Twitter ha sufrido una marcada depreciación en su valor desde que fue adquirida por Elon Musk. Según Fidelity, uno de los inversores que participó en la financiación de la compra, la valoración actual de Twitter se sitúa en torno a los 15 mil millones de dólares, lo que representa solo un tercio del precio que Musk pagó por ella.
Fidelity ha estado reduciendo gradualmente el valor de su participación en Twitter desde noviembre del año pasado, y a finales de abril, esta se valoró en 6,55 millones de dólares, notablemente inferior a los casi 8,63 millones de dólares a finales de noviembre.
Musk ha admitido públicamente que pagó de más por la red social y, a pesar de sus esfuerzos por retirarse del acuerdo durante las negociaciones, dice seguir convencido de su potencial a largo plazo. Aunque sin dar detalles, afirma que, aunque Twitter está sobrevalorada en la actualidad, su valor futuro podría ser significativamente mayor gracias a su potencial.
Desde la adquisición, Twitter ha enfrentado importantes desafíos financieros, que se han agravado con recortes de empleo y una disminución significativa en los ingresos por publicidad. A pesar de las afirmaciones de Musk en abril sobre el regreso de los anunciantes a la plataforma, diversos informes indican que este resurgimiento puede no ser tan rápido como se esperaba. Los intentos de Musk por reemplazar los ingresos publicitarios con suscripciones a Twitter Blue, hasta ahora, no han sido exitosos.
Como un nuevo paso en la evolución de la compañía, Musk anunció recientemente la contratación de Linda Yaccarino, ex ejecutiva de NBC, como la nueva CEO de Twitter.
El futuro de Twitter y su recuperación financiera dependen en gran medida de las estrategias de Musk y su nuevo equipo ejecutivo. Con miles de empleados despedidos en una medida que Musk describió como “desesperada”, la empresa se enfrenta a la tarea de recontratar personal y buscar formas innovadoras para impulsar su valor y restaurar su atractivo para los anunciantes.
