El análisis de AFP de la actividad de Elon Musk en Twitter muestra que el CEO ha estado amplificando la desinformación e interactuando con cuentas de extrema derecha desde que adquirió la plataforma de medios sociales. Musk, que prometió hacer de Twitter la “fuente de información más precisa sobre el mundo”, ha promovido en cambio contenidos engañosos sobre diversos temas, como la guerra de Ucrania, el COVID-19 y un falso ataque contra el marido de Nancy Pelosi.
Entre las interacciones preocupantes, Musk ha respondido al menos 40 veces a “KanekoaTheGreat”, un usuario que promueve teorías conspirativas de extrema derecha como QAnon. Según el profesor del Dartmouth College Brendan Nyhan, que habló con AFP, “Musk está amplificando algunas de las peores voces de Twitter. La interacción con estas cuentas les ayuda a llegar a un público más amplio y aumenta su credibilidad.”
En enero, el grupo de expertos Strategic Dialogue, con sede en Londres, informó de un “sorprendente” aumento de las interacciones de Musk con cuentas de extrema derecha tras hacerse con el control de Twitter, siendo muchas de estas cuentas conocidas por difundir desinformación sobre las elecciones estadounidenses de 2020. El bloguero Ian Miles Cheong, muy conservador, recibió al menos 60 respuestas de Musk en Twitter. En una ocasión, Musk amplificó un tuit en el que culpaba a Joe Biden de un programa de inmigración iniciado por Donald Trump.
Cuando el marido de Nancy Pelosi fue golpeado con un martillo por un intruso, Musk tuiteó un enlace a un artículo en el que se afirmaba que su marido estaba borracho y discutía con un proxeneta. El hashtag #Pelosigaylover fue tendencia en Twitter tras ser retransmitido por Elon Musk. “Es triste para el país que personas con tan alta visibilidad se distancien de los hechos de forma tan descarada. Es traumatizante para los afectados. Es evidente que eso no les importa”, declaró Pelosi tras el ataque a su marido.
Twitter respondió a la petición de comentarios de AFP con un emoji que mostraba un excremento de perro.
