Científicos estadounidenses han desarrollado una prueba de aliento basada en el ARN, capaz de identificar a los infectados por el virus Covid-19. Apodado “Bubbler” por los investigadores de la Universidad de Brown responsables del proyecto, el dispositivo se basa en la detección del ARN viral para diagnosticar el Covid-19. Su nombre se debe al sonido de burbujeo que se produce cuando el paciente exhala en el dispositivo.
El Bubbler transcribe a la inversa el ARN de las partículas de virus transportadas por el aire y lo convierte en ADN, que puede analizarse mediante PCR y también puede llevar un código de barras que permita relacionar las muestras directamente con cada paciente.
Puede utilizarse para lotes simultáneos de muestras combinadas y proporciona información adicional, como la carga viral y la identidad de la cepa, y elimina la necesidad de estabilizar una muestra.
“La invasión del tracto respiratorio inferior suele ser un precursor de la Covid-19 grave, por lo que existe un argumento a favor de un muestreo más directo centrado en el aliento exhalado. Es más probable que el Bubbler sea un mejor indicador de la infección actual que los hisopos nasofaríngeos”, explicó el investigador principal, el profesor William G. Fairbrother, de la Universidad de Brown.
Aunque la detección del virus mediante el Bubbler es similar a la prueba de PCR de los hisopos hospitalarios, los investigadores creen que es una mejor medida del riesgo de contagio, ya que detecta las partículas virales en el aire. Las pruebas de frotis pueden dar un resultado positivo meses después de la infección, ya que detectan fragmentos de ARN viral en las células que persisten en las células previamente infectadas. Los investigadores señalan que Bubbler también puede adaptarse a la toma de muestras ambientales en hospitales, centros de transporte y entornos cerrados como oficinas, barcos y aviones.
El Bubbler es un tubo de vidrio con una pipeta de vidrio a través de la cual los pacientes pueden exhalar. El tubo se llena con una mezcla de reacción de transcripción inversa y aceite mineral frío.
Los estudios realizados hasta ahora demuestran que no sólo es posible detectar fácilmente el virus en el aliento, sino que también es más predictivo de la afección del tracto respiratorio inferior.
