Microsoft ha admitido que su ambicioso objetivo de tener Windows 10 instalado en mil millones de dispositivos -computadoras, laptops, smartphones y otros dispositivos- antes de 2018, probablemente no será alcanzado.
La empresa anunció tal objetivo para el lanzamiento de Windows 10 en 2015 asegurando que, con ello, éste se convertiría en el sistema operativo más popular en la historia de la empresa. Como parte de su cometido, la empresa ha ofrecido el sistema operativo como actualización gratuita para los usuarios de Windows 7 y 8.
Sin embargo, a pesar que Windows 10 ha sido instalado hasta ahora en 350 millones de dispositivos desde su lanzamiento, la empresa ha llegado a la conclusión de que el objetivo de mil millones probablemente es inalcanzable, en particular debido a la contracción en las ventas de smartphones. Efectivamente, entre los cálculos de Microsoft se incluía como factor relevante el renglón de smartphones.
En declaraciones hechas a la publicación ZDNet, un portavoz de Microsoft expresó satisfacción con los resultados obtenidos hasta ahora, pero que “debido a nuestros esfuerzos en el ámbito del hardware para teléfonos, nos tomará más tiempo que todo 2018 para alcanzar nuestro objetivo de instalación en mil millones de dispositivos”.
El panorama de Windows Phone es desalentador para Microsoft. Según recientes estimaciones, Windows Phone ha caído a niveles similares a los de BlackBerry; es decir, inferiores al 1% de cuota del mercado.
Asimismo, la insistencia, para muchos considerada inclusiva, con que Microsoft ha intentado forzar la actualización de Windows 7/8 a Windows 10, podría haberse convertido en un despropósito, al generar incomodidad y rechazo entre los usuarios.
