En una entrevista exclusiva con Wall Street Journal, Ballmer se sincera respecto de su propio desempeño en Microsoft. Así, revela que la junta directiva de Microsoft le dijo claramente que era imperativo realizar cambios radicales en la empresa, imprescindibles para el éxito en una nueva realidad TI.
La respuesta de Ballmer habría sido que intentaría avanzar con mayor rapidez. Sin embargo, la junta directiva dejó de creer que esto sería posible para Ballmer, optando finalmente por sugerirle renunciar.
Situación difícil para Ballmer
El propio Ballmer tiene sentimientos encontrados respecto de su salida de Microsoft. Asegura que es lo mejor para la empresa, aunque no oculta que es difícil abandonar la empresa que fundó junto a Bill Gates, y en la que ha trabajado durante 33 años.
Desde que asumió la presidencia ejecutiva de Microsoft en enero de 2000, la empresa ha aumentado formidablemente su facturación. Sin embargo, ha quedado rezagada en el no sólo lucrativo, sino estratégico, mercado de smartphones y tabletas, lo que ha colocado a la empresa en una situación peligrosa.
“Soy quizás un emblema de una era que ha quedado atrás, y por tal razón debo alejarme. Aunque amo mi trabajo, la mejor forma en que Microsoft puede incorporarse a una nueva era es con la ayuda de un nuevo jefe; uno que pueda acelerar el cambio”, declaró Ballmer a WSJ.
“Y a fin de cuentas, necesitamos romper con un patrón establecido y, seamos sinceros, yo soy parte de ese patrón establecido”.
Los candidatos más relevantes para relevar a Ballmer son el ex CEO de Nokia Stephen Elop, el CEO de Ford, Alan Mulally, y Kevin Turner, de Microsoft. Según ha trascendido, la decisión será adoptada probablemente a comienzos de 2013.
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