Los científicos de Samsung estudian la incorporación a gran escala del grafeno en dispositivos electrónicos, principalmente de consumo, como smartphones y tabletas.
El grafeno es una sustancia relativamente nueva, descubierta en 2004. Posee varias características notables, entre las que se incluye ser 20 veces más duro que el diamante, 200 veces más fuerte – y seis veces más ligero- que el acero, aparte de ser un excelente conductor del calor y la electricidad. El grafeno consiste de una capa única de átomos de carbono, colocados en una estructura 1 millón de veces más delgada que el papel. De hecho, se le considera un objeto bidimensional.
El grafeno es además altamente conductor, capaz de transportar la electricidad, con mayor conductividad que cualquier otro material conocido. Habiendo dicho esto, cabe señalar que una de sus desventajas es que, al contrario que el silicio, es imposible detener el flujo eléctrico e impedir que traspase los objetos de grafeno. Esta propiedad en sí hace imposible usarle, al menos con los conocimientos existentes, para la fabricación de microprocesadores. Los científicos están trabajando para resolver el problema, pero no hay estimaciones siquiera sobre la fecha en que pueda alcanzarse tal objetivo. En tal sentido, el fosforeno, material “nacido para ser transistor” se perfila como una alternativa más viable que el grafeno, al menos para la fabricación de transistores.
Por tratarse además de un fotodetector ultrarrápido, fuentes científicas han afirmado que el grafeno podría revolucionar las futuras redes de fibra óptica.
La densidad prácticamente inexistente del grafeno le convierte además en un material transparente. Al sumar todas sus características, es fácil imaginar la posibilidad de producir dispositivos móviles que no sólo sean en extremo resistentes, sino mucho más rápidos y ligeros que cualquier otro material disponible en el mercado.
A pesar de sus grandes ventajas, y las expectativas que crea, pasarán varios años antes de que haya disponibilidad comercial de productos fabricados con grafeno.
Sin embargo, y debido a que lo anterior implica que sólo “es cuestión de tiempo”, los científicos están abocados a la investigación del material, que indudablemente tiene un formidable potencial económico aparte de su decidido potencial tecnológico. Como toda tecnología con potencial económico, el grafeno atrae inversiones legales y también intentos de estafa donde el “material del futuro” es utilizado como gancho.
En un anuncio hecho en el Instituto de Tecnología Avanzada de Samsung (SAIT), los científicos al cargo del proyecto anunciaron que “el grafeno tiene un gran potencial, especialmente en cuanto a aplicaciones industriales para dispositivos ópticos y electrónicos”, aunque acotando que uno de los mayores retos es desarrollar la capacidad de producir grandes volúmenes de grafeno de alta calidad para fabricación industrial a gran escala.
Este problema en sí estaría próximo a ser solucionado. Según la entidad, ya se ha desarrollado un nuevo método para sintetizar el grafeno, facilitando la manufacturación del material.
“Es uno de los hitos más significativos en la historia del desarrollo del grafeno”, escribe SAIT en un comunicado, agregando que “esperamos que este descubrimiento acelere la comercialización del grafeno, lo que podría dar pie a la nueva era de tecnología de electrónica de consumo”.
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