Las autoridades financieras del Reino Unido han observado que un número cada vez mayor de consumidores están siendo contactados por empresas “de dudosa reputación”, que ofrecen oportunidades de inversión en el grafeno, material basado en carbono, con un formidable potencial de aplicaciones.
El periódico Financial Times informa que las autoridades británicas advierten contra intermediarios inescrupulosos que intentan beneficiarse del interés generado por el grafeno.
Según Wikipedia, el grafeno es una sustancia formada por carbono puro, con átomos dispuestos en un patrón regular hexagonal similar al grafito, pero en una hoja de un átomo de espesor. El grafeno es muy ligero; una lámina de 1 metro cuadrado pesa tan sólo 0,77 miligramos.
Entre sus propiedades destacan su flexibilidad, transparencia, alta conductividad térmica y eléctrica, elasticidad y dureza elevadas (su dureza es 200 veces mayor que la del acero, casi igual a la del diamante), menor efecto Joule (genera menor calor al conducir los electrones), menor consumo eléctrico en comparación con el silicio, etc. Todas estas características electromecánicas han resultado en el desarrollo, iniciado o proyectado, de sistemas que incorporan grafeno para su uso en pantallas, circuitos eléctricos, paneles solares, baterías y transporte de datos (ver nuestro artículo “El grafeno podría revolucionar las redes de fibra óptica”).
A pesar de que los sectores privado y público están invirtiendo sumas multimillonarias en las investigaciones sobre el grafeno y potenciales aplicaciones, es improbable que pueda ser utilizado a una escala comercialmente relevante antes de 2020.
Citada por Financial Times, Tracey McDermott, directora de la división de delitos financieros de FCA (Financial Conduct Authority), habría declarado que el fraude consiste en inducir a las personas a creer que los productos de grafeno estarán disponibles antes de tiempo. Asimismo, McDermott agregó que encontrar un precio adecuado para el grafeno es muy difícil, y que además su valor caerá durante los próximos años.
Para el caso específico del Reino Unido, el grafeno no es un producto regulado, por lo que las empresas que proponen invertir en éste no necesitan autorización alguna de la FCA. Esto implica, en consecuencia, que los consumidores no tienen acceso a servicios de protección y resolución de disputas. FCA sospecha que los individuos y empresas que promueven inversiones en grafeno han estado anteriormente involucradas en la venta de otros productos no regulados, como créditos de carbono, metales escasos e incluso cosechas futuras, donde los inversionistas han perdido grandes sumas.
“Los individuos inescrupulosos que se dedican a este tipo de engaños siempre buscan nuevas formas de escamotear su dinero a la gente. Son ingeniosos, y siempre crearán proyectos de inversión basados en los temas mencionados en los medios de comunicación”, concluyó McDermott.
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