Ericsson ha firmado sendos acuerdos con entidades tecnológicas y el gobierno de Brasil para impulsar proyectos de I+D en el área de Internet de las Cosas (IoT). Por un lado, se ha asociado con Telefónica Vivo y el Instituto Nacional de Telecomunicaciones (Inatel) para fomentar el desarrollo de startups que presenten ideas viables en IoT, aplicaciones B2B o E2E. Al mismo tiempo, Ericsson colaborará con el Ministerio de Comunicaciones para crear un laboratorio centrado en el Internet de las Cosas.
El acuerdo con Telefónica e Inatel ampliará aún más el programa global que reúne todas las iniciativas relacionadas con el emprendimiento y la innovación abierta del Grupo Telefónica: Telefónica Open Future. El proyecto incluye los espacios físicos, entre ellos la Incubadora y la Preincubadora de Empresas y Proyectos y el Laboratorio de Creatividad, Ideas e Innovación que será inaugurado en abril.
Se admitirán ideas en las áreas de Internet de las Cosas, aplicaciones B2B, soluciones de digitalización de extremo a extremo (E2E), soluciones para pequeñas y medianas empresas, redes, seguridad, Big Data o Agrobusiness, entre otros segmentos estratégicos.
Por otra parte, Ericsson y el gobierno de Brasil, representado por el Ministerio de Comunicaciones, han alcanzado un acuerdo mutuo para crear un nuevo laboratorio que probará nuevas tecnologías y medirá el impacto positivo de proyectos de Internet de las Cosas en áreas como agricultura, agua inteligente, selva conectada, prevención de desastres y aplicaciones de seguimiento.
El laboratorio fue inaugurado el 29 de abril. El proyecto forma parte del Centro de Innovación de Ericsson, que trabaja en colaboración con universidades, clientes, proveedores y agencias de desarrollo para fomentar el ecosistema IoT en Brasil y Latinoamérica.
Sobre el acuerdo para el fomento de emprendedores, Eduardo Ricotta, vicepresidente de Ericsson en Latinoamérica, destaca la práctica de la innovación abierta como fomento del desarrollo de soluciones TIC: “Estas soluciones actúan como aceleradores de proyectos que en el futuro formarán parte del día a día de las personas en la Sociedad Conectada, y nuestro objetivo es apoyar la agenda digital brasileña, fomentando oportunidades en áreas como salud, educación, energía, agricultura y nuevas aplicaciones industriales. El Internet de las Cosas es una realidad cotidiana y necesitamos proporcionar recursos que impulsen cada vez más proyectos dirigidos al desarrollo de aplicaciones que contribuyan a la transformación de las TIC”.
Entre las ventajas que aporta el sistema están el soporte técnico y tutorías gratuitas, además de la oportunidad de formar parte de un ecosistema mundial e intercambiar experiencia con emprendedores extranjeros, ejecutivos y socios de Open Future. Los participantes podrán también contar con el apoyo de Ericsson para el desarrollo de sus proyectos.
Sobre el laboratorio de Internet de las Cosas, André Figueiredo, ministro de Comunicaciones de Brasil, afirma: “El IoT está emergiendo rápidamente como un agente de transformación, al combinar los mundos físico y digital. Al colaborar con el laboratorio de la Sociedad Conectada de Ericsson, comprenderemos mejor y estaremos al frente de cómo mejorar de modo sostenible la agricultura, las ciudades inteligentes, la energía y la producción industrial, entre otras áreas, en Brasil”.
Ulf Ewaldsson, director tecnológico de Ericsson, añade: “Este laboratorio de la Sociedad Conectada demuestra nuestro compromiso por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El centro ayudará a que Brasil dé un paso más hacia 5G, en la que las nuevas tecnologías de dispositivos y sensores llevarán la conectividad de la red a permitir nuevos casos de uso como soluciones inteligentes en agricultura y prevención de desastres naturales”.
Los proyectos del laboratorio de la Sociedad Conectada afrontarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible como Zero Hunger, Agua Limpia y Sanidad, Ciudades y Comunidades Sostenibles, Acción por el Clima y Asociaciones para Objetivos.
Ericsson tiene una larga tradición de colaboración e investigación promoviendo el desarrollo a largo plazo de las tecnologías de la comunicación. Un ejemplo de ello son los acuerdos con universidades, donde ya ha invertido más de 1 billón de reales brasileños (casi 250 millones de euros) en I+D en los últimos 15 años en Latinoamérica.
