Loretta Sánchez, congresista del partido demócrata por California participó el martes en una sesión reservada, en que los legisladores abordaron las actividades de la agencia nacional de seguridad NSA. Sánchez ha sido congresista desde las elecciones de 1998, y participa en el Comité de Seguridad Interior, y en el Subcomité de Inteligencia y Antiterrorismo.
Sánchez declaró a la publicación The Hill que junto a sus colegas congresistas fue informada sobre “actividades de inteligencia que superan con creces las revelaciones hechas por Edward Snowden”. “No puedo comentar todo lo que pudimos saber. Desconozco si hay otras filtraciones o si hay información adicional en otros lugares, o si otras personas también dirán lo que saben. Todo lo que puedo decir es que estamos frente a la punta del témpano.
La sesión informativa con los congresistas fue realizada luego de una petición de estos, motivada por las revelaciones de Snowden. La finalidad habría sido convencer a los políticos que los programas de vigilancia son legales, y necesarios en la lucha contra el terrorismo.
Según Sánchez, las escuchas y acopio de datos supera con creces lo que se ha informado hasta ahora. Describe el volumen de datos como “verdaderamente sorprendente”.
Mientras que Sánchez se limita a manifestar su sorpresa, dos de sus colegas demócratas en el Comité de inteligencia del Senado, Ron Wyden de Oregon y Mark Udall de Colorado, han criticado por años el alcance que tienen las actividades realizadas por la NSA, amparadas por las leyes Patriot Act de 2001 y FISA Amendments Act (“Foreign Intelligence Surveillance Act”) de 2008.
El tribunal secreto “Foreign Intelligence Surveillance Court”, que constantemente proporciona la NSA acceso a archivar datos de comunicaciones telefónicas por períodos indefinidos, fue creado como resultado de la sección 215 de la ley Patriot Act.
Por tratarse de un tema reservado, los senadores Wyden y Udall no están autorizados a referirse abiertamente a los detalles del tema, pero en reiteradas oportunidades han advertido que las facultades de la NSA son demasiado amplias. Luego de las revelaciones hechas por Edward Snowden han renovado sus críticas señalando, por ejemplo: “Por lo que hemos podido ver, toda la valiosa información emanada de los datos recabados también ha estado disponible mediante otros métodos que no vulneran los derechos de los estadounidenses”, dando así a entender que PRISM sería una iniciativa innecesaria o, al menos, redundante.
Wyden y Udall han declarado además que la ley FISA Amendments Act es excesiva. Según se indica, esta ley permite la intercepción y almacenamiento de tráfico de datos y contenidos de comunicaciones entre Estados Unidos y el extranjero, mediante una cooperación secreta entre la NSA y empresas como Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, PalTalk, Youtube, Skype, AOL y Apple.
En un debate realizado en el Senado estadounidense el pasado 27 de diciembre, Wyden y Udall advirtieron que la ley está siendo utilizada para almacenar contenidos de comunicaciones que estadounidenses inocentes intercambien con el extranjero. “En su forma actual, la ley no impide a las organizaciones de inteligencia realizar búsquedas en material electrónico que haya sido obtenido de manera accidental, sin autorización de un juez”.
En reiteradas oportunidades, Wyden y Udall se han dirigido a la NSA para obtener una estimación sobre el número de estadounidenses que han sido registrados mediante este sistema de vigilancia. El director de la NSA, teniente general Keith B. Alexander, inicialmente señaló que era imposible hacer un cálculo de esa naturaleza. Finalmente, ante una nueva insistencia, ambos legisladores recibieron una respuesta formal, donde se señalaba que “el solo intento de realizar tal cálculo vulneraría el derecho a la privacidad de los estadounidenses cuyos comunicaciones han sido almacenadas en la NSA”.
Fotografïa: Loretta Sánchez
