En 2009, Microsoft aceptó una imposición de la Unión Europea, que le obligaba a dar a los navegadores de la competencia el mismo trato que a su propio Internet Explorer. Es decir, para distribución en la Europa comunitaria, Microsoft incluiría en sus sistemas operativos una opción para descargar Firefox, Chrome, Opera, Safari y otros.
A juicio de la Unión Europea, el acuerdo habría sido incumplido por Microsoft, razón por la cual ha decidido multar al gigante informático con una multa de 561 millones de euros (731 millones de dólares).
El tema de fondo de la multa no ha sido objetado por Microsoft; es decir, la empresa admite el incumplimiento.
En julio de 2012, Microsoft se disculpó por no haber cumplido el acuerdo extrajudicial. Según la empresa, a causa sería haber pasado por alto un problema de carácter técnico.
Al mismo tiempo, la empresa aseguró que las actualizaciones de Windows 7 y Windows 8 darían la misma relevancia a Firefox, Chrome, Opera y otros navegadores, descartando todo posible favoritismo por Internet Explorer.
La conclusión de la organización europea sería entonces que Microsoft no cumplió con el acuerdo, por lo que habría decidido aplicarle la elevada multa.Cabe señalar que, en función de la normativa antimonopolios vigente en la Unión Europea, ésta pudo haber multado a Microsoft con un máximo de 10% de sus beneficios globales, equivalentes a 7,9 mil millones de dólares.
Ilustración: Banco Central Europeo en Fráncfort, Alemania (Fotografía de “Poco a Poco”, con licencia de Creative Commons)
