Adrian Lamo se instaló en el cuestionable sitial de los hackers famosos después de haber vulnerado una serie de sistemas corporativos, consiguiendo acceso a información altamente confidencial.
Aunque la intrusión informática constituye en sí un delito grave, cabe señalar que Lamo en ningún momento utilizó tal acceso a datos ajenos con fines ilegales o de lucro personal.
Al momento de entregarse a las autoridades, Lamo indicó que ya no puede soportar la presión psicológica que significa ser un prófugo de la justicia.
Lamo, de 22 años de edad, dijo en una entrevista con Reuters sentirse como Saddam Hussein, siempre huyendo, y nunca durmiendo dos noches seguidas en el mismo lugar.
El joven Lamo enfrenta ahora un juicio que podría llevarle a pasar entre uno y cinco años en prisión.
Fotografía: Adrian Lamo (imagen de Security Focus)
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