Es una reflexión que nos surgía hace apenas tres meses cuando preparábamos un artículo para nuestra newsletter. Lo titulamos Sin el iPhone, ¿dónde estaríamos ahora?. La respuesta más realista: sin trabajo. Porque nuestra razón de ser, al igual que otras muchas empresas, gira en torno a las creaciones de Steve Jobs. Una curiosidad por si alguien lo desconocía, Mobivery nació como Mi Mundo iPhone.
La revolución de un visionario
De la cabeza de este genio han surgido ideas que han provocado auténticas reacciones en cadena. Un garaje fue testigo del nacimiento del primer Macintosh y solo un genio como él fue capaz de ver el potencial del mouse. La visión de la microinformática cambió a partir de ese momento. Con el iTunes revolucionó la industria discográfica. Después llegó el iPhone, con el que nos ofreció una nueva manera de entender la movilidad. Su última creación, el iPad va camino de enterrar a los ordenadores personales. No ha sido el primero, pero sí el primero en tener éxito.
Desde que se publicó la noticia, se han repetido homenajes en todo el mundo porque nadie duda del gran legado que nos ha dejado. Quizás suene exagerado, pero ha cambiado el mundo. No hablamos solo de tecnología. Aquellos que no lo habían visto antes, pero hayan leído alguno de los artículos o reportajes que se han publicado en todo el mundo, les sonará este vídeo: www.youtube.com
Toda una declaración de intenciones. Su biografía podría ser el manual de cabecera de un emprendedor. Dejarlo todo y apostar por una idea con la simple convicción de que saldrá bien. Y no descansar hasta conseguirlo. Incluso cuando las cosas se tuercen. ¿Qué cara se te queda cuando te despiden de tu propia empresa? Sólo un genio reconoce los errores y los aprovecha para seguir mejorando. El resultado, recuperar la empresa que había creado, y convertir un estudio de animación sin porvenir en el más importante del mundo (Pixar). Veremos si los sucesores de Steve Jobs al frente de Apple son capaces de mantener vivas sus ideas.
Para terminar, una frase: Las personas que están tan locas como para pensar que pueden cambiar el mundo, son las que logran hacerlo.
Hasta siempre Steve y gracias.
Raimundo Alonso-Cuevillas, CEO de Mobivery
