Alemania se toma los impuestos por copyright muy en serio. Desde 1998, los compradores alemanes han pagado un impuesto de 9 dólares en los grabadores de CDs. Hewlett- Packard se opuso al impuesto basándose en que sus dispositivos CD-R tenían otros usos importantes además de la copia de música, pero perdió el caso en el año 2000. Desde entonces Alemania ha extendido el impuesto hasta que éste ha llegado a afectar a los discos duros (33 dólares por unidad). Un impuesto europeo de 12 euros en un PC completo (incluyendo el disco duro) parece, comparativamente, barato.
Otros países también tienen impuestos de copyright. El gobierno de los Estados Unidos recauda un 3 por ciento sobre los soportes de grabación en blanco cuyo uso previsto es la grabación de audio y un 2 por ciento en los dispositivos de grabación de audio. El gobierno canadiense recauda tasas con un programa fijo que en 2003 supuso hasta 2,27 dólares por un DVD regrabable. Los impuestos van a los poseedores del copyright.
Un impuesto de copyright sobre los PCs tiene el inconveniente de que se aplica independientemente de cuál es el uso del PC, un arreglo que penaliza a las empresas que hacen, por ejemplo, backup de los datos. Sin embargo, separar los usos de la tecnología probablemente costaría a los clientes de PCs más que el impuesto.
Gartner cree que los fabricantes de PC no deberían resistirse al impuesto pero deberían presionar a los gobiernos y legisladores para asegurarse de que los clientes consiguen el derecho de realizar copias personales de material de entretenimiento con copyright. La Sección VIII de la Ley de Copyright canadiense ofrece un buen modelo. Esta ley establece que los individuos que realizan copias sobre medios de grabación de audio para su propio uso privado no infringen el copyright.
Si los países europeos se acogieran al principio canadiense, muchos de los problemas que rodean la gestión de derechos digitales y la utilización de PCs desaparecerían. Sin embargo, Gartner espera que la industria de la música probablemente intente hacer descarrilar un movimiento de estas características por miedo a que un impuesto con permiso para copias para uso privado provoque una caída de las ventas de CDs. Las compañías musicales se enfrentarán o bien para eliminar el impuesto o para elevarlo a una cantidad imposiblemente alta. De forma paradójica, los fabricantes de PC pueden encontrarse con que apoyando el impuesto, consigan eliminarlo.
