El pleito fue iniciado por un aficionado de Grateful Dead quien demandó a eBay por vender grabaciones de audio ilegales del grupo en concierto. El aficionado pedía detener las ventas de ese tipo de grabaciones.
La demanda argumentaba que ninguna casa de subastas o tienda de discos tradicional podría vender grabaciones de música ilegal como lo hace eBay en Internet, y escapar de la ley, señaló el abogado del demandante.
De acuerdo a Stuart Pollak, Juez de la Corte Superior, su fallo fue basado en la Ley de Decencia en las Comunicaciones, el cual prohíbe que los proveedores de servicios informáticos sean demandados como resultado de infracciones de terceros.
El intento del demandante de imponer responsabilidad en eBay como el vendedor de artículos subastados en su servicio no es diferente de los intentos sin éxito que han sido hechos para responsabilizar a los proveedores de servicios computacionales como distribuidores más que a los editores de material difamatorio o pornográfico, escribió Pollak.
