SANTIAGO: Totalmente inmersa en la lucha contra el spam
se encuentra la Asociación de Proveedores de Internet (API), quien ha iniciado una campaña llamada API Combate SPAM, que incluye a todos sus socios. Ella es una más de las acciones emprendidas por el organismo, que buscan crear conciencia tanto en Proveedores de Acceso (ISP) como en los usuarios, del daño que provoca esta práctica. Esta campaña forma parte del esfuerzo que ha hecho la API en este tema, en el cual trabaja en forma conjunta con las autoridades chilenas.
Su objetivo es identificar, mediante un logotipo, a los proveedores de Internet que cumplan con las recomendaciones de buenas prácticas de uso de correo electrónico establecidas por la API. Hasta el momento, la mayor parte de los sitios Web de los asociados cuenta con el distintivo.
El SPAM es definido como aquel mensaje de correo electrónico no solicitado, que se envía en forma masiva y/o reiterativa y que produce un efecto negativo en los usuarios. A nivel mundial, es un fenómeno que está cobrando cada vez mayor relevancia, principalmente debido a los perjuicios que causa: Los costos del correo no deseado son pagados por la persona que recibe el mensaje y no como ocurre en la mayoría de las prestaciones de servicios de telecomunicaciones, donde los costos los paga el que inicia la comunicación.
Para los usuarios particulares, el SPAM representa una verdadera molestia, y para las empresas puede significar un sustancial costo adicional, ya que desperdicia ancho de banda, recursos de los servidores y tiempo de los empleados borrando los e-mail no deseados. Esto último también afecta a los
ISPs, quien ve sobrecargada sus operaciones de correo, consumiendo ancho de banda en estos procesos.
Según cifras publicadas por la Cámara Nacional de Comercio, Chile pierde 36 millones de dólares al año, los que se desglosan en 26,5 millones de dólares en menor productividad laboral y 9,5 millones por llamadas locales desperdiciadas.
