Luego del lanzamiento del éxito de ventas iMac, los fabricantes de PCs diseñaron sus propios modelos que se apartaban del tradicional aspecto y colores de las computadoras personales.
Según analistas consultados por CNet, el éxito de iMac puede atribuirse a una tendencia -ahora ausente- en el mercado, en la que se prefería el ingenio en el diseño y la comodidad de uso ante las características esencialmente técnicas de las máquinas. A ello se sumó la moda de las computadoras de bajo precio, que contribuyó a alejar más aún la atención del consumidor no experto del rendimiento y poder de procesamiento, propiamente tales.
Tal tendencia se habría revertido durante el último tiempo, ya que el interés actual del comprador promedio es obtener el máximo rendimiento posible por su dinero, sin importarle mayormente que su máquina esté revestida o no de mica transparente.
Y mientras Compaq continuará vendiendo su máquina Presario 3500 exclusivamente en el mercado japonés, Dell descontinuó la producción de su WebPC, eliminando incluso las páginas de su sitio web en que se hacía promoción al producto.
