La primera condición es que el usuario proporcione abundantes datos personales e información sobre sus preferencias y procedimientos de consumo. La segunda condición es que el usuario se obligue a navegar por Internet durante un mínimo de 10 horas mensuales, exponiéndose así a copiosa publicidad especialmente dirigida a su persona.
Al respecto, el fundador de Free-PC, Bill Gross, declaró a The Wall Street Journal que las computadoras gratuitas son una posibilidad real, al valorarse cada usuario en aproximadamente USD 1.000, inversión que es recuperada por el efecto publicitario alcanzado.
De igual modo, Gross considera que se tratará de clientes con gran valor agregado toda vez que se habrá conseguido información demográfica suya, de gran utilidad para los anunciantes.
