OpenAI enfrenta una seria convulsión interna. Hace pocos días, la empresa celebraba logros notables como un DevDay exitoso, una valoración impresionante cercana a los 80.000 millones de dólares y el crecimiento significativo de la base de usuarios de ChatGPT. Estos logros han contribuido indiscutiblemente al prestigio personal del CEO Sam Altman, por lo que su inesperada destitución el 17 de noviembre, causó sorpresa generalizada.
El hecho provocó una considerable agitación en el seno de la organización. Los miembros del consejo de administración responsables de la destitución de Altman se enfrentan ahora a graves repercusiones, mientras que el descontento de los empleados aumenta rápidamente. La intensidad de la situación queda patente por el hecho de que más de 700 de los 770 empleados de OpenAI han firmado una carta en la que amenazan con marcharse si no se sustituye a la junta directiva y no se restituye a Altman. Este potencial éxodo masivo pone de relieve la influencia que tienen los empleados en este escenario y complica las cosas para el nuevo CEO, Emmett Shear.
En medio de esta lucha interna, Sam Altman ha anunciado una nueva colaboración con Microsoft para dirigir un equipo de investigación avanzada en IA. Este paso sugiere una continuación de su trabajo en OpenAI, que posiblemente implique a una parte significativa de su antiguo equipo. La implicación de Microsoft, que previamente invirtió 13.000 millones de dólares en OpenAI, podría resultar en una adquisición indirecta del talento y la experiencia de la empresa, consolidando aún más la posición de Microsoft en el sector de la IA.
El nombramiento de Shear como nuevo CEO de OpenAI añade otra capa al drama que se está desarrollando. Anteriormente asociado a Twitch, Shear se enfrenta a la ardua tarea de calmar las aguas en OpenAI definir el rumbo de la empresa. Sus recientes comentarios críticos sobre los peligros de la IA aportan inquietud al panorama. Aunque la perspectiva de que Sam Altman se reincorpore a OpenAI sigue siendo incierta, Microsoft se estaría preparando de forma proactiva para un escenario en el que Altman, junto con varios de sus ex colegas de OpenAI, realice la transición a su equipo.