Sam Altman expresó optimismo sobre las perspectivas de una coordinación global en la esfera de la Inteligencia Artificial (IA). Estas declaraciones se produjeron tras una gira por varias capitales del mundo, con el objetivo de aprovechar el creciente interés en la IA generativa y modelar su regulación.
OpenAI, una startup financiada en parte por Microsoft, ha suscitado gran atención desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre. Altman, en un diálogo abierto con estudiantes de la Universidad Keio en Tokio, admitió que su viaje comenzó con dudas sobre la viabilidad de una cooperación global para mitigar los riesgos de la IA. Sin embargo, concluyó su gira con un renovado optimismo.
En la actualidad, reguladores de todo el mundo sienten la urgencia de adaptar las normativas existentes y de establecer nuevas pautas para supervisar el uso de la IA generativa. Esta tecnología, capaz de producir texto e imágenes con precisión y velocidades pasmosas, despierta tanto entusiasmo como temor por su potencial para transformar diversas industrias.
En tal sentido, la Unión Europea está avanzando con un proyecto de Ley de IA que, se espera, se convertirá en ley este año. En cambio, en los Estados Unidos, la tendencia es adaptar las leyes ya existentes a la IA en vez de crear nuevas, escribe Yahoo Finance.
Durante su visita a Japón, Altman se reunió con el primer ministro Fumio Kishida y manifestó su intención de abrir una oficina en el país. A pesar de que no proporcionó detalles sobre estas conversaciones, afirmó que habían progresado de manera satisfactoria. Altman destacó la larga historia de colaboración entre humanos y máquinas en Japón, a pesar de que este país es visto como un rezagado en los servicios de IA que están generando entusiasmo entre los consumidores.
Finalmente, Altman anunció sus planes de visitar Singapur, Indonesia y Australia antes de regresar a los Estados Unidos.