En una misiva dirigida a la CEO de YouTube, Susan Wojcicki, los senadores demócratas Bob Menéndez de Nueva Jersey, Mazie Hirono de Hawai, Gary Peters de Michigan y Amy Klobuchar de Minnesota escriben: “La plataforma es ahora escenario de una ‘avalancha de videos que pretenden socavar la legitimidad de las elecciones’. Estos videos buscan socavar nuestra democracia y poner en duda la legitimidad de la administración del presidente electo Biden. Además, debido a que el actual presidente no se ha comprometido a una transición pacífica de poder, la desinformación y el contenido manipulado de los medios de comunicación en su plataforma puede alimentar los disturbios civiles”.
En el período previo a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en 2020, YouTube optó por no eliminar el contenido que promueve afirmaciones falsas sobre las elecciones o que cuestiona la credibilidad de los resultados de las mismas. Esa política no es suficiente para frenar la desinformación.
En los últimos días los videos publicados en YouTube promulgando falsas afirmaciones sobre los resultados de las elecciones han ganado millones de visualizaciones, para consternación de los senadores. Un video que afirma falsamente que ha habido fraude electoral en Michigan ha sido visto más de 5 millones de veces. Otro vídeo, de la red pro-Trump One American News Network, titulado “Trump won” (Trump ganó), se ha difundido casi 500.000 veces. A pesar de ser un planteamiento falso, según ha quedado comprobado en los tribunales de justicia a los que ha acudido la administración Trump, el video no viola las políticas de YouTube.
Otras plataformas de medios sociales también han sido objeto de un intenso escrutinio por sus políticas sobre la desinformación relacionada con las elecciones. Además de YouTube, los expertos en información fraudulenta han seguido de cerca la forma en que Facebook, Twitter, TikTok, Nextdoor, Pinterest y otros han actualizado sus políticas sobre la información falsa relacionada con las elecciones. Twitter y Facebook, en particular, han sido objeto de críticas por sus políticas de etiquetado y por no eliminar la información errónea sobre las elecciones, lo que en algunos casos ha dado lugar a protestas armadas. Facebook ha sido criticado por permitir a los usuarios amplificar la información errónea incluso después de ser etiquetada como engañosa.
“YouTube plantea un problema particular porque cuando elige no tomar medidas sobre la desinformación, esta puede saltar a otras plataformas de redes sociales y dificultar el trabajo de quienes intentan limitar la desinformación relacionada con las elecciones”, agrega el grupo de senadores, quienes instan a Wojcicki a responder si YouTube “se compromete a eliminar el contenido que contenga información falsa o engañosa sobre el resultado de las elecciones de 2020 y las próximas elecciones en Georgia”. También les interesa que se informe sobre los esfuerzos de YouTube por prohibir el contenido que inhiba la votación, incite a la violencia o haga afirmaciones falsas sobre las papeletas en la segunda vuelta de las elecciones en Georgia, cuyo resultado será el factor decisivo para determinar qué partido controla el Senado.
“Le urgimos a que elimine inmediatamente toda la información errónea sobre los resultados de las elecciones y adopte medidas agresivas para aplicar prohibiciones, como lo han hecho otras empresas de medios de comunicación social, en relación con los resultados de las futuras elecciones”, escribieron los senadores.
“Uno de los retos es que YouTube se convierta en un repositorio de contenido que luego se utilice como soporte para compartir en Facebook y Twitter”, dijo Renée DiResta, gerente de investigación técnica del Observatorio de Internet de Stanford, en una llamada a los reporteros a principios de este mes. “La forma en que YouTube elige manejar el material subyacente tiene un impacto en la medida en que es observado y consumido en las otras plataformas”.
Fotografía: Michael Vadon vía Unsplash