Will Douglas Heaven comenta en el blog del MIT que “Es una movida que todo el mundo sabía que vendría; el presidente Trump anunció en un discurso a las 2:21 AM esta mañana que había ganado la contienda electoral mucho antes de que hubiera suficientes votos para poder llegar a esa conclusión. Pidió que se detuviera el conteo de votos y que el resultado se pusiera en manos de la Corte Suprema. Las empresas de redes sociales habían anticipado tal juzgada, ¿cómo reaccionaron para detener la propagación de tales mentiras? A pesar de los meses de preparación, la respuesta es: mixta”.
Heaven señala que, a la luz de las experiencias adquiridas durante la campaña de desinformación y manipulación observada en las anteriores elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, las plataformas como Twitter, Facebook, Instagram y YouTube decidieron adoptar una serie de políticas de última hora para estas elecciones, diseñadas para limitar la capacidad de la gente de ver y compartir mensajes falsos o engañosos. La principal medida consiste en etiquetar esos mensajes y restringir la capacidad de la gente para compartirlos.
Luego, Heaven escribe que un par de horas antes de su discurso, Trump twiteó la falsa afirmación de que los demócratas estaban robando las elecciones: “Vamos ganando en grande, pero están tratando de robar la elección”.
Tanto Facebook como Twitter marcaron este post como engañoso; Twitter lo ocultó a la vista y deshabilitó las respuestas y likes. Después del discurso de Trump, Facebook e Instagram también añadieron una nota genérica a sus plataformas diciendo que se seguían contando los votos y que el ganador de la elección aún no había sido nombrado. Facebook también añadió una etiqueta en el video del propio discurso que dice: “Los resultados referidos pueden ser diferentes del recuento inicial de votos, ya que el recuento de votos continuará durante días o semanas después del cierre de las urnas”.
Sin embargo, observa Heaven, el video completo del discurso de Trump está disponible en Twitter, sin observación alguna respecto de su falsedad o inexactitud. “Esto plantea dudas sobre la capacidad de las empresas de tecnología para reaccionar igual de rápido frente al contenidos de vídeo como para el caso del material escrito”. Según el Washington Post, Twitter habría comentado que el video en sí no viola sus políticas, lo que constituye en sí una contradicción. Heaven concluye señalando que “en comparación, algunas cadenas de televisión, como NBC News, cortaron a Trump a mitad de su discurso tan pronto como empezó a mentir sobre su victoria”.