MADRID: Entre las quejas más frecuentes recibidas por Skype figura la recepción tardía de facturas, lo que deriva en la suspensión de la posibilidad de llamar a teléfonos de red fija en el extranjero. En otras palabras, el usuario no tiene la posibilidad de pagar la factura antes que el plazo se venza, y de esa forma es desconectado del servicio.
Otra queja tiene relación con la privacidad. Al llamar con Skype a un teléfono móvil o de red fija, muchos usuarios han visto sus comunicaciones interrumpidas por desconocidos. Así, los desconocidos pueden escuchar el diálogo que sostiene el usuario con su interlocutor, y viceversa.
Según CNet, Skype es un proyecto desarrollado con bajo presupuesto, y que no tiene un servicio de soporte funcional y en tiempo real. La única posibilidad de recibir asistencia es enviar un e-mail y esperar respuesta. En el intertanto, el usuario no puede usar el servicio.
Los problemas de Skype sin duda causan regocijo en las compañías telefónicas tradicionales. Más aún cuando el fundador de Skype, Niklas Zennstrom, en reiteradas oportunidades ha dicho que liquidará a tales compañías.
