¿Exit Huawei en el Reino Unido?

El Reino Unido es un mercado de gran importancia para Huawei en materia de telefonía y redes. Sin embargo, los equipos 5G de la empresa china podrían desaparecer por completo de las redes móviles británicas en tan sólo tres años.

El Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC), entidad adscrita a la agencia de inteligencia británica GCHQ, inició el domingo 24 de mayo una “revisión de emergencia” de Huawei luego que Estados Unidos impusiera días antes nuevas sanciones a la empresa china. Según medios británicos, el NCSC probablemente concluirá que las sanciones imposibilitarán el uso de tecnología de Huawei en el Reino Unido. “La seguridad y la resiliencia de nuestras redes es de máxima importancia”, dijo un portavoz del NCSC en una declaración citada por The Telegraph. “Tras el anuncio de Estados Unidos de sanciones adicionales contra Huawei, el NCSC está examinando cuidadosamente cualquier impacto que éstas pudieran tener en las redes del Reino Unido”, agregó el portavoz.

En enero, el gobierno británico resistió intensas presiones estadounidenses  de excluir completamente a Huawei de sus redes 5G. La decisión británica, adoptada ese mes en concordancia con una recomendación parlamentaria de julio de 2019, precisó que limitaría la participación de Huawei al 35% del equipamiento de la red 5G británica. Esta participación se reduciría al borde de la red, prohibiendo el uso de los equipos de Huawei en el núcleo de las redes móviles; es decir, donde se almacenan y enrutan los datos.  La decisión británica motivó una “profunda decepción” manifestada por el vicepresidente estadounidense Mike Pence, quien insinuó que ésta podría entorpecer un futuro tratado comercial post-Brexit entre su país y el Reino Unido.

El anuncio de enero fue insuficiente para un grupo de 38 parlamentarios conservadores británicos, que  pidieron al gobierno reducir a cero la cuota de mercado de Huawei, argumentando que su tecnología podría comprometer la seguridad nacional. En marzo, este grupo rebelde, es decir, no alineado con la política gubernamental oficial, presentó una enmienda encaminada a poner fin a la participación de Huawei en las redes móviles 5G del Reino Unido a principios de 2023, misma que fue rechazada. Sin embargo, la situación cambió en los últimos días y el grupo de tories dice ahora contar con los 59 votos que le permitirían imponer sus puntos de vista en el parlamento. 

La revisión en curso habilitará al gobierno británico para revertir la política adoptada en enero. Si se concreta, la medida no solo perjudicaría económicamente a Huawei, aparte de exasperar a Pekín, sino también ocasionaría cuantiosas pérdidas a empresas británicas que ya han invertido en tecnología 5G de Huawei, entre ellas BT y Vodafone.

Acusaciones con base judicial y política

La administración Trump está librando un prolongado enfrentamiento con Huawei, en el que Washington ha instado a los líderes de otros países, en particular a los de la Alianza FVEY, a evitar el uso de Huawei a toda costa. FVEY (o Five Eyes – cinco ojos) es una alianza de inteligencia en la que, aparte de Estados Unidos y el Reino Unido, participan Australia, Canadá y Nueva Zelanda. La alianza obliga a los países miembros a actuar en conformidad con el Acuerdo Multilateral UKUSA, un tratado de cooperación conjunta en la inteligencia de señales, o SIGINT, es decir, en la obtención de información mediante la intercepción de señales en comunicaciones electrónicas. 

Las aprehensiones estadounidenses serían que el gobierno chino podría utilizar equipos de Huawei para espiar a los estadounidenses y aliados de EE.UU., o para llevar a cabo ciberataques.

Aparte de ello, el Departamento de Justicia presentó en febrero cargos contra Huawei de conspiración para el robo de propiedad intelectual. 

Huawei niega las acusaciones

En una declaración de Huawei enviada a Diario TI, la empresa señala: “Desde hace mucho tiempo, el gobierno de Estados Unidos ha estado utilizando todo el poder de esta nación para perseguir a una empresa privada. Ha utilizado todas las herramientas a su disposición -ya sean legislativas, administrativas, judiciales o diplomáticas- e incluso ha tratado de poner a la opinión pública en contra de Huawei para intentar conseguir desestabilizar nuestras operaciones comerciales. Rara vez en la historia se ha visto este tipo de ataque. Las nuevas acusaciones del Departamento de Justicia de los Estados Unidos contra Huawei son parte de esta campaña, convirtiendo a ésta, lisa y llanamente, en una persecución política”.

Aparte de la perspectiva política, que parece constituir la principal motivación de las acusaciones, Huawei menciona los cargos de piratería que enfrenta en Estados Unidos. A juicio de la empresa, las acusaciones se basan en disputas civiles ocurridas durante los últimos 20 años, que ya han sido previamente litigadas, resueltas y, en algunos casos, declaradas inadmisibles por jueces y jurados federales. “En estas disputas, ningún tribunal ha dictaminado que Huawei haya cometido algún tipo de robo de propiedad intelectual de manera malintencionada ni tampoco ha ordenado a Huawei pagar daños y perjuicios por supuesta infracción de la propiedad intelectual de terceros. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos está reintroduciendo casos civiles -previamente resueltos- como casos criminales. Esta es una aplicación selectiva, motivada por razones políticas y contraria a las convenciones judiciales comunes”.

Respecto a las acusaciones de robo de propiedad intelectual, Huawei recuerda que para finales de 2018, la empresa había acumulado 87.805 patentes, de las cuales 11.152 habían sido inscritas en Estados Unidos. 

Refiriéndose a la naturaleza del conflicto entre Estados Unidos y Huawei, el vicepresidente ejecutivo de Huawei en el Reino Unido, Jeremy Thompson, dijo a World At One, de BBC Radio 4, en mayo de 2019 que “la disputa es estrictamente comercial, y no sobre seguridad, como pretende el gobierno estadounidense. Estamos en medio de una guerra comercial entre dos grandes países, así que es el momento oportuno de infligir el máximo daño a nuestra organización. Somos un balón de fútbol en medio de esta guerra comercial”.

El posible desenlace en el Reino Unido 

Según el periódico británico The Telegraph, el primer ministro Boris Johnson habría dado instrucciones a sus funcionarios de elaborar planes que permitan reducir a cero la participación de China en la infraestructura del Reino Unido para el año 2023. Esta perspectiva sugiere que la decisión ya fue tomada por Londres, y que al NCSC simplemente le corresponderá sustanciarla. En respuesta a la noticia, el vicepresidente de Huawei, Victor Zhang, dijo a The Telegraph: “Hemos visto los informes de fuentes anónimas que simplemente no tienen sentido. El gobierno decidió en enero aprobar nuestra participación en la implantación de 5G, porque Gran Bretaña necesita las mejores tecnologías posibles, más opciones, innovación y más proveedores, todo lo cual significa redes más seguras y más resilientes. Como empresa privada, 100% propiedad de los empleados, que ha operado en el Reino Unido durante 20 años, nuestra prioridad ha sido ayudar a las empresas de telefonía móvil y de banda ancha a mantener a Gran Bretaña conectada, lo que en esta crisis sanitaria actual ha sido más vital que nunca. Es nuestro historial probado”.

The Times, en tanto, cita fuentes gubernamentales según las cuales será “imposible” eliminar toda la tecnología de Huawei de las redes móviles de Gran Bretaña para el año 2023. Las fuentes habrían señalado que la discusión más realista es prohibir la compra e instalación de nuevos equipos de Huawei a partir de 2023.

En última instancia, las nuevas sanciones de Estados Unidos podrían imposibilitar que el Reino Unido utilice la tecnología de Huawei. Las sanciones, aplicables a partir de septiembre, tienen por objeto impedir el acceso de Huawei a hardware fundamental, como los semiconductores. De acuerdo con la normativa de Washington, los fabricantes extranjeros que utilicen equipo estadounidense en la producción de chips deben obtener una licencia antes de poder venderlos a Huawei. Las sanciones afectarán especialmente a TSMC, una compañía taiwanesa que suministra más del 90% de los semiconductores para teléfonos inteligentes de Huawei. 

El periódico británico The Guardian, por su parte, cita a Matthew Henderson, director del Centro de Estudios de Asia de la Sociedad Henry Jackson, quien señaló: “Esta revisión [por parte del NCSC] es un reconocimiento de que la posición anterior del gobierno sobre Huawei era insostenible, por la magnitud de la oposición en el parlamento y de parte de nuestros aliados”.

The Guardian agrega que la actitud política británica hacia China se ha endurecido además en medio de las acusaciones de que Pekín tardó demasiado en reconocer la gravedad del Covid-19 cuando la enfermedad surgió en la ciudad de Wuhan.

Por Héctor Pizarro, Director Editorial, Diario TI


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