La nueva información de Microsoft corrige lo señalado la semana pasada por su ejecutivo Steve Lipner, quien admitió que la compañía había sido víctima de las actividades ilícitas de programadores propios, contra quienes aseguró fuertes reacciones. Según Lipner, el código secreto hacía posible ingresar subrepticiamente a los servidores, con las consecuencias de seguridad fáciles de prever.
Una vez conocida la información señalada, los ingenieros de Microsoft se abocaron a detectar el origen exacto del problema, llegando a la conclusión de que de ninguna manera se trata de un sabotaje hecho por programadores propios sino de un mero error de programación.
El error consiste en que todos quienes anteriormente hayan tenido acceso legítimo al servidor web pueden obtener la información almacenada en este. Sin embargo, no es posible que terceros ingresen al servidor desde fuera, según se indicó anteriormente.
Habiendo detectado el error, la compañía ha creado un parche o código reparador que puede ser descargado del sitio web de Microsoft por los usuarios de sus programas para servidores.
