El importante golpe de timón que implicó el desarrollo de productos para Linux tampoco parece haber beneficiado económicamente a Corel, cuya contabilidad arroja incesantemente números rojos. En el último trimestre, la compañía reportó pérdidas cercanas a los 10 millones de dólares.
Una fusión con Inprise hubiera representado la salvación para Corel, pero según ha trascendido, aquella abandonó las negociaciones al constatar la grave insolvencia de Corel. Según observadores, Inprise ya estaba en antecedentes de tal situación al proponer la fusión en febrero pasado, por lo que su retirada de las conversaciones obedece a que los accionistas de la compañía han dado a entender que no aprobarían la iniciativa.
El programa WordPerfect, de Borland, fue, a comienzos de la pasada década, un producto de éxito mundial, que sin embargo perdió la batalla contra Microsof y su paquete ofimático Office. Corel es más bien conocida por su paquete de aplicaciones gráficas CorelDraw.
Ahora, la compañía sólo tiene dinero suficiente como para operar, como máximo, un trimestre más, lo que sumado a la retirada de Inprise augura un sombrío panorama para un conocido veterano.
