Según observadores, el problema principal radica en que las señales dadas por el mercado durante las últimas semanas podrían hacer que grupos importantes de inversionistas opten por vender a gran escala sus títulos, lo que ocasionaría una nueva caída del índice con un consiguiente, posible, efecto dominó.
Y lo cierto es que no hay motivos racionales para la fuerte caída de ayer, aunque podría tratarse de una reacción del mercado ante las opiniones vertidas por el banco central estadounidense en el sentido de que la cotización de los títulos tecnológicos deberá necesariamente bajar.
La situación de ayer resultó, entre otras cosas, en el surgimiento de verdaderas gangas para la compra de algunas acciones tecnológicas. A pesar de ello, algunos analistas señalan que los títulos podrían seguir bajando.
El panorama bursátil de las últimas semanas podrían interpretarse como que está terminando la era en que cualquier empresa de Internet realizaba un lanzamiento espectacular y luego era cotizada en varios miles de millones de dólares.
