El escándalo de Facebook podría motivar una mayor regulación gubernamental

La supervisión y control político de Facebook y otras redes sociales podría ser el resultado del escándalo de Cambridge Analytica y la supuesta indefensión mostrada por Facebook frente a tales abusos.

La supervisión política de Facebook fue el tema de fondo durante la audiencia realizada esta semana en el Senado estadounidense, a la debió comparecer el CEO de Facebook, Mark zuckerberg.

El propio Zuckerberg declaró en la audiencia, realizada los días martes y miércoles de esta semana, que la regulación política “no es necesariamente una mala idea”. Específicamente, los 44 senadores estadounidenses participantes en el encuentro preguntaron si Facebook estaría dispuesta a dejarse regular voluntariamente, lo que motivó la respuesta de zuckerberg.

El planteamiento de los legisladores fue establecer la necesidad de crear mecanismos legales que favorezcan al consumidor, y defiendan su privacidad. Sin embargo, también es dable suponer que las políticas de privacidad de Facebook han sido correctas, pero que en la práctica son imposibles de entender para los usuarios que, por lo demás, ni siquiera las leen.

Deliberadamente o no, las redes sociales y otros servicios online descuidan o eluden su obligación de hacer más comprensibles sus reglas de uso del servicio y política de privacidad. Desde años, defensores de la privacidad plantean que es el usuario en sí, y la información que esté comparte en las redes sociales, el valor real que está aportando, aun siendo usuario gratuito.

Según medios internacionales, Zuckerberg recibió cientos de preguntas de los 44 senadores estadounidenses participantes en el encuentro. “No hemos hecho lo suficiente para impedir que las herramientas que hemos desarrollado sean utilizadas para causar daño”, dijo el CEO de Facebook. Durante las audiencias, de un total de 5 horas de duración, también fue posible constatar los pocos conocimientos que los senadores estadounidenses tienen sobre el tema de privacidad online, seguridad de informática y redes sociales.

Zuckerberg fue citado a declarar ante el Senado estadounidense después de trascender en abril pasado, que la empresa británica Cambridge Analytica había recabado ilícitamente información y datos personales de 87 millones de usuarios, vendiendo los análisis del material a los responsables de la campaña electoral del ahora presidente estadounidense Donald trump.

La víspera, el presidente ejecutivo de Facebook admitió ante el Congreso que incluso sus propios datos personales habían sido vendidos por Cambridge Analytica. “Internet es cada vez más importante en la vida de las personas de todo el mundo, por lo que considero inevitable la necesidad de que haya algún tipo de regulación”, dijo Zuckergerg, de forma quizás forzada y a medias al agregar inmediatamente que “con todo, es necesario mostrar cautela al regular, debido a que las empresas pequeñas, o nuevos emprendimientos, no tienen los recursos necesarios para cumplir con las normativas”.

Cabe preguntarse entonces por qué el presidente ejecutivo de la mayor red social del mundo intenta esconderse detrás de pymes y emprendedores para defender la supuesta “incompetencia” de su empresa. En tal sentido, el pésimo historial de Facebook sobre la privacidad de sus usuarios lleva a poner en tela de juicio el supuesto candor de Zuckerberg, víctima también de Cambridge Analytica.

Fotografía de Mark Zuckerberg (c) Catwalker vía Shutterstock

 

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