Sam Altman, CEO de OpenAI, indica que la organización aún no ha comenzado a trabajar en GPT-5, a pesar de que han pasado varios meses desde que su empresa anunció que pausaría el desarrollo del sucesor GPT-4. Esta declaración surge tras la creciente preocupación de académicos y ejecutivos de la industria por la velocidad de avance de los modelos de lenguaje de gran envergadura.
Durante una conferencia organizada por el periódico indio Economic Times, citada por TechCrunch, Altman explicó que aún queda mucho por hacer antes de empezar a desarrollar el nuevo modelo. En tal sentido, indicó que OpenAI está concentrada en trabajar en las ideas necesarias para su desarrollo, pero afirma que “no están ni cerca de comenzar”.
En marzo, una carta abierta firmada por más de 1.100 personalidades, entre las que se incluyen famosos como Elon Musk y Steve Wozniak, instó a todos los centros de desarrollo de IA a pausar por al menos seis meses la formación de sistemas de IA más potentes que GPT-4. Comentando la misiva, Altman aseveró en la oportunidad que esta omitía las sutilezas técnicas sobre dónde y qué se necesitaría pausar, confirmando a la vez que OpenAI no había iniciado el entrenamiento de GPT-5 y que no planeaba hacerlo “por algún tiempo”.
Altman también desestimó las preocupaciones de algunos de los críticos más destacados de la IA, mencionando que la empresa ya está evaluando los posibles riesgos con medidas más efectivas, como auditorías externas, pruebas exhaustivas y controles de seguridad. Afirmó que, después de finalizar GPT-4, tardaron más de seis meses en estar preparados para su lanzamiento.
En el encuentro Altman indicó que OpenAI se opone a la regulación de las startups de IA más pequeñas, aclarando que la única regulación que buscan es para la propia OpenAI y para los actores más grandes de la industria.
En el marco de su viaje a India, Altman busca reunirse con legisladores y actores clave de la industria a nivel mundial para fortalecer la confianza en la disposición de OpenAI para colaborar con los reguladores. Altman insta a los legisladores a reflexionar seriamente sobre el potencial abuso y los posibles inconvenientes de la proliferación de la IA, con el objetivo de establecer medidas de protección para minimizar cualquier accidente imprevisto.