En septiembre, Cheriton fue galardonado como “Ídolo en Innovación Tecnológica” por NetEvents, por su aporte formidable y sostenido, en los últimos 36 años, a la industria de las redes informáticas. En 2016, Cheriton aportó su capital personal al Sistema Operativo Apstra (AOS) y así, en cuestión de meses, las redes autoadaptables se convertirían en la palabra de moda en TI.
Así, mientras AOS se perfila como la nueva revolución en redes para centros de datos, el analista Alan Zeichick entrevistó a David Cheriton, actualmente director del Grupo de Sistemas Distribuidos de la Universidad de Stanford.
¿Qué lo atrajo a este trabajo?
“Siempre me ha interesado el desafío máximo; es decir, cómo construir estos complejos sistemas distribuidos. Tuve la suerte de que las redes ganaran relevancia en informática justo cuando me sumé a la investigación científica sobre al tema. Ethernet estaba en sus inicios cuando llegué a Stanford”.
Gigabit Ethernet fue el punto de partida de su carrera empresarial, cuando junto a Andy Bechtolsheim fundó en 1995 Granite Systems, que un año después venderían a Cisco: “Hubo quienes creyeron que yo sabía de negocios”. Entre esos admiradores estaban Sergey Brin y Larry Page, quienes en 1998 acudieron a él y a Andy en búsqueda de asesoramiento. En ese entonces, los fundadores de Google se interesaban por licenciar su tecnología de búsquedas fuera de Stanford. En realidad, fue Andy quien les firmó el primer cheque, antes de que Sergey y Larry siquiera hubieran abierto una cuenta bancaria para su proyecto. Posteriormente, David firmó el segundo cheque, por US$ 100.000.
Cheriton ha invertido más de US$ 50 millones de su propio bolsillo, en al menos 20 empresas, incluidas VMware y Arista Networks. Confiesa que nunca se dio cuenta de cuán disruptiva sería la tecnología de VMWare: “Pensé que era una tecnología genial y de utilidad, lo que me inspiró confianza en que crearían un buen producto. Por lo tanto, concluí que sería una buena inversión”. Mayor fue su intuición al entender que las redes definidas por software (SDN) pronto impulsarían un crecimiento masivo en las redes de centros de datos, junto a una demanda por mayor rendimiento y funcionalidad. Para el caso de Arista, un factor a su favor fue el uso de silicio comercial: “lo que significó que pudimos crear una empresa de redes sin tener que crear ASICs (circuitos integrados de aplicaciones específicas). Identifiqué una oportunidad de desarrollar software mucho mejor que el disponible hasta entonces, ejecutándose en switches”.
Con una trayectoria como la suya, la atención se concentra en su última apuesta, Apstra. Para empezar, ¿por qué financió Cheriton la compañía con fondos propios en lugar de conseguir capital de riesgo? Al respecto, pone de relieve que “cuando los inversores de capital de riesgo saben que tú tienes la capacidad de financiar el proyecto, lógicamente preguntarán por qué no lo haces. Por cierto, algo que creo haber aprendido de Andy Bechtolsheim es lo genial que resulta crear un producto realmente bueno, que prácticamente se venda solo; eso requiere un poco más de tiempo, un poco más de paciencia. Los fondos de capital de riesgo, en tanto, se basan en una especie de cronograma más rígido en cuanto al retorno de su inversión. Por lo tanto, ejecutar la idea de la forma que te parece realmente correcto te da un poco más de libertad”.
¿Qué significa “realmente correcto” en este caso?
El Sistema Operativo Apstra (AOS) es un sistema operativo distribuido para redes de centros de datos, que no depende de fabricantes específicos. Esto permite cualquier combinación de hardware de marca propia o de caja blanca, desacoplando el diseño de la red y las operaciones de los niveles inferiores. Para el caso de hardware de proveedores específicos, estas operaciones requieren un flujo de trabajo manual que las hace más propensas a errores. A nivel de servicio de red, AOS hace posible especificar “intención” en lugar de una especificación detallada; luego generará automáticamente configuraciones para las diversas opciones de hardware y auto-validará el estado de la red con respecto a la intención original, con una agilidad de servicio y confiabilidad drásticamente mejoradas.
Mansour Karam, CEO y cofundador de Apstra, compara este enfoque “impulsado por la intención” con un coche sin conductor. Una simple intención, como “encuentre un espacio disponible y estacione”, representa un conjunto altamente complejo de observaciones individuales, mediciones, decisiones y acciones combinadas con monitoreo y correcciones continuas, hasta completar la tarea. Indudablemente, un automóvil sin conductor cumplirá automáticamente esa intención en tiempo real, sin necesidad de una larga secuencia de comandos. En el contexto de AOS, la intención puede ser bastante compleja. Consideremos, como ejemplo, este breve texto tomado del sitio web de Apstra: “Proporcionar conectividad a 1000 servidores, usando acceso en del borde de las capas 2 y 3, con sobresuscripción 1:1 en el núcleo (es decir, sin sobresuscripción), con endpoints como hosts, máquinas virtuales o contenedores agrupados en dominios de aislamiento (incluyendo tráfico y aislamiento de direcciones) … ” y así sucesivamente. Cualquier cambio en una intención solo requiere unos pocos clics del mouse, y AOS elaborará automáticamente nuevas configuraciones para cualquier equipo, de cualquier proveedor.
No hay nada parecido en el mercado. Aunque hay algunas herramientas que automatizan procesos específicos, ninguna de ella ofrece un todo integrado, con validación continua en tiempo real. Nada se compara a esta capacidad de expresar una intención comercial, y verla directamente incorporada al diseño y validada para el ciclo de vida. Esto beneficia directamente a todo interesado en reducir drásticamente el esfuerzo de diseño, creación, despliegue y operación de una red de centros de datos.
“Apstra podría convertirse en una compañía de redes de gran relevancia en la industria”, asegura David Cheriton. “AOS se convierte en el sistema operativo de la red del centro de datos y, en ese contexto, tendrás conmutadores o dispositivos que se conectan a ella como los controladores de un sistema operativo convencional. También se convierte en una base para automatizar el resto del centro de datos, habiendo muchas áreas de automatización que se requieren a nivel de servidor y de aplicaciones. Un factor fundamental para esa automatización es poder entender la red y controlarla. Entonces, creo que estamos excelentemente posicionados para crecer en tal sentido y convertirnos en el sistema operativo del centro de datos”.
Consultado sobre la relevancia que AOS tiene para el floreciente Internet de las Cosas (IoT), Cheriton reconoció la creciente presión que está enfrentando la red, en cuanto a tolerancia frente a errores, y alta disponibilidad y desempeño. En cuanto a “velocidades y avances”, AOS está habilitando un crecimiento increíble. “El límite real de la tecnología radica en la solidez de nuestras aplicaciones, sumada a la solidez que logremos dar a las comunicaciones. Todo esto está directamente vinculado a la oportunidad que trae Apstra: necesitamos automatizar estos sistemas para que funcionen con la confiabilidad y la flexibilidad que se espera de las nuevas aplicaciones del ámbito IoT “.
“Con ello, Apstra está abordando un problema realmente fundamental … el problema del sistema operativo. ¿Cómo operas sistemas complejos basados en computadoras? La respuesta no puede ser ‘manualmente’. Simplemente no funciona. Las cosas están sucediendo a un ritmo vertiginoso, y con un alto grado de complejidad. Es muy difícil determinar, con la celeridad suficiente, qué está ocurriendo en la red, por lo que el procedimiento tiene que ser automatizado. Apstra está abordando exactamente ese problema con las redes de centros de datos, automatizando la administración de estas redes. La administración es una funcionalidad clave”.
“En mi opinión, la gerencia necesita saber cuando se están dando pasos en falso, para poder corregir las situaciones antes que estas se descontrolen. Esta perspectiva es absolutamente crítica. En Google, Amazon o Facebook, si un servidor individual falla, el usuario no lo notará. Si la red tiene un problema, todos lo notan. Esto es algo absolutamente fundamental para todas las empresas que aplican las TI, en cualquiera de sus formas”.
Entonces, ¿qué es lo que realmente impulsa a David Cheriton?
¿Es solo encontrar soluciones a los problemas – problemas complejos, problemas distribuidos? ¿Es acaso cambiar las redes, las comunicaciones y dar así una nueva forma a los negocios mundiales? En retrospectiva, al considerar sus numerosas inversiones y proyectos exitosos, ¿qué es lo que más le enorgullece?
“Creo que lo que más me ha gustado ha sido todas las personas con las que he trabajado. Una de las cosas que realmente me fascinan de la informática es que hay muchas personas inteligentes y trabajadoras apasionadas por la tecnología, por lo que es muy emocionante crear un equipo y constatar, cuando logras algo, que nadie pudo haberlo hecho individualmente, y que el resultado es fruto del trabajo colectivo. Entonces, creo que personalmente disfruto mucho de eso.
“El segundo elemento sería que … muchas personas se han beneficiado en su carrera y en su situación financiera en las empresas con las que he estado involucrado. Es agradable ver a que las personas tienen una vida mejor después de haber participado en empresas a cuya formación he contribuido”.
Por Alan Zeichick, Camdem Associates. Traducción: Diario TI
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