Big Brother Watch, un grupo de defensa de los derechos de privacidad en el Reino Unido, formuló la acusación contra la empresa, que opera una red de minimercados, funerarias, cementerios y una franquicia de café Starbucks en todo el sur de Inglaterra.
El grupo ha interpuesto una denuncia ante el Comisionado de Información del Reino Unido, alegando que el uso de cámaras biométricas “viola los derechos de los datos de un número significativo de ciudadanos británicos”.
La denuncia describe cómo el sistema de Facewatch “utiliza una tecnología de última generación y un tratamiento altamente invasivo de los datos personales, creando un perfil biométrico de cada visitante de las tiendas donde están instaladas sus cámaras”.
La polémica tecnología de vigilancia se ha instalado en 35 tiendas de Portsmouth, Bournemouth, Bristol, Brighton y Hove, Chichester, Southampton y Londres.
El sistema permite agregar individuos a una “lista negra” de reconocimiento facial del supermercado, convirtiéndolos en “objeto de interés”. La empresa no informa a los clientes si sus datos biométricos faciales, similares a los de los pasaportes modernos, se guardan o se añaden a esta lista negra.
Según la correspondencia entre Southern Co-operative y Big Brother Watch, el personal no recibe ni entrega fotografías a la policía, sino que utiliza los perfiles biométricos para crear una alerta si determinados clientes entran en la tienda así como para compartir entre las distintas tiendas información sobre “conductas no deseadas de los clientes”.
Según los documentos de Facewatch examinados en la denuncia, las fotos de los compradores que no están en ninguna lista de vigilancia pueden conservarse durante días para que Facewatch “mejore su sistema.”
“Nuestra denuncia legal ante el Comisionado de Información es un paso vital para proteger los derechos de privacidad de miles de personas que se ven afectadas por este espionaje privatizado y peligrosamente intrusivo”, dijo Silkie Carlo, director de Big Brother Watch.
“La operación de vigilancia por reconocimiento facial de Southern Co-use es orwelliana en extremo, muy probablemente ilegal, y debe ser detenida inmediatamente por el Comisionado de Información”.
El sistema emplea un software de reconocimiento facial junto con cámaras de vigilancia fabricadas por la empresa estatal china Hikvision, que también suministra cámaras a los campos de concentración uigures de Xinjiang (China), y que ha sido relacionada con graves fallos de seguridad.
La empresa tiene prohibido operar en Estados Unidos, y un grupo de legisladores británicos de alto nivel instó recientemente al gobierno a hacer lo mismo en el Reino Unido.
En los últimos años ha aumentado la oposición al uso del reconocimiento facial en vivo para la vigilancia pública en Estados Unidos y la Unión Europea.
En un comunicado recogido por la BBC, Southern Co-operative dijo que acogería con agrado las “opiniones constructivas” del Comisario de Información. “Nos tomamos muy en serio nuestras responsabilidades en torno al uso del reconocimiento facial y nos esforzamos por equilibrar los derechos de nuestros clientes con la necesidad de proteger a nuestros colegas y clientes de la violencia y el abuso inaceptables”, dice el comunicado. “La seguridad de nuestros colegas y clientes es primordial, y esta tecnología ha marcado una diferencia significativa en el número limitado de lugares de alto riesgo donde se utiliza. Asimismo, informamos mediante carteles a los clientes en las tiendas del caso. Creemos que su uso está justificado mientras siga previniendo los ataques violentos”.