Como se ha señalado anteriormente, el gobierno federal, representado por el Departamento de Justicia, además de 19 estados de la unión, acusan a Microsoft de obstruir la libre competencia en el negocio informático mediante prácticas corporativas presuntamente ilícitas. Según la acusación, tales prácticas quedarían en evidencia debido a supuestos intentos de Microsoft por obligar a los fabricantes de computadoras a instalar su software en sus máquinas.
El Departamento de Justicia, por su parte, ha acusado a Microsoft de haber integrado al lector web Internet Explorer en el sistema operativo Windows con el fin de vencer a Netscape en la denominada guerra de los browsers.
Según ha dispuesto el juez Thomas Penfield Jackson, en esta segunda ronda de audiencias las partes involucradas sólo podrán citar a declarar a un máximo de tres testigos cada una. De igual modo, se ha determinado que las partes tendrán un plazo máximo de 30 días para presentar su versión de los hechos ante el tribunal.
