Microsoft ha recuperado un centro de datos del fondo del mar, en la costa de las Orcadas, Escocia, y los primeros análisis muestran que el proyecto fue un éxito. En particular, Microsoft destaca que de los 864 servidores a bordo, sólo ocho fallaron, lo que equivale a una octava parte de la tasa de fallos de un típico centro de datos terrestre.
Un equipo de Microsoft sumergió el contenedor cilíndrico, llamado “proyecto Natick”, en 2018. Estaba cargado con 12 bastidores de servidores, para cuya refrigeración se utilizaba agua de mar. El contenedor fue sellado y llenado con nitrógeno, que no es igual de corrosivo como el oxígeno para los equipos informáticos.
Microsoft informa que el equipo de investigadores de Natick realiza ahora pruebas en el centro de datos para determinar qué conocimientos pueden derivarse del experimento y el posible aporte que este pueda hacer para resolver los problemas ambientales planteados por los centros de datos convencionales.
“Las computadoras no están diseñadas para funcionar en el entorno en el que operamos los humanos”, dijo Spencer Fowers, investigador principal del proyecto Natick. “Factores como el oxígeno, la humedad en el aire, que es muy mala para los ordenadores, causa corrosión en los componentes. También se producen fluctuaciones de temperatura. El calor de la noche al día, del verano al invierno, puede causar que esos componentes fallen. Así que teníamos esta teoría: si estamos en un ambiente realmente estable, estamos en este cilindro, hemos sacado todo el oxígeno, controlado la humedad, nadie está caminando, tropezando con las cosas, causando fallas adicionales, veríamos una mejor confiabilidad”.
El concepto de un centro de datos submarino surgió por primera vez en la “ThinkWeek” de Microsoft en 2014 como una forma de proporcionar servicios rápidos de nubes a las poblaciones costeras. Con más de la mitad de la población mundial viviendo a menos de 120 millas de la costa, los centros localizados darían a los datos una distancia más corta para viajar, lo que llevaría a servicios más ágiles y veloces.
Una vez extraído del mar, el contenedor se limpió y se recuperaron muestras de aire de su interior. A continuación, el centro de datos se cargó en un camión y trasladado a una instalación en el norte de Escocia, donde se hicieron controles sanitarios y técnicos.
Entre los componentes embalados y transportados se encontraban los servidores defectuosos y los cables correspondientes. Los investigadores creen que este hardware les ayudará a entender por qué los servidores del centro de datos submarino son aparentemente más fiables que los de tierra.