En los medios sociales abundan las conspiraciones 5G. Aquellas que vinculan la quinta generación de tecnología inalámbrica de alta velocidad con el brote de COVID-19 son particularmente frecuentes, a pesar de la aparición del virus en países sin infraestructura 5G.
“La industria de las telecomunicaciones está trabajando sin descanso para mantener los servicios vitales de salud, educación y emergencia en línea, los negocios en funcionamiento y los amigos y familias conectados”, dijo Mats Granryd, Director General de la GSMA, en un comunicado difundido el 6 de abril. El ejecutivo añada que “es deplorable que la infraestructura crítica de comunicaciones esté siendo atacada en base a mentiras descaradas”.
Los comentarios de la GSMA se produjeron como resultado de los ataques incendiarios a la infraestructura de telefonía móvil en Liverpool, Birmingham y Belfast, que se cree que están relacionados con la popularidad de las conspiraciones.
La GSMA cita en su comunicado un informe publicado la semana pasada por la la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes, señalando que “un organismo de control internacional independiente confirmó que no hay riesgo de daño a las personas, incluidos los niños, por la exposición a las frecuencias de radio de las redes móviles, incluyendo 5G”.
La citada comisión actualizó las directrices e “hizo una serie de cambios que garantizarán que el 5G no pueda causar daños. Estos incluyen la adición de restricciones de promedio en todo el cuerpo para frecuencias >6 GHz, restricciones para exposiciones breves (<6 minutos) para frecuencias >400 MHz, la reducción del área de promedio para frecuencias >6 GHz (lo que reduce la exposición máxima que una persona puede tener)”, escribe GSMA.
Los CEM (campos de radiofrecuencia) pueden generar calor en el cuerpo que debe ser mantenido a un “nivel seguro” indica el documento, agregando que “sin embargo, hay falta de investigación sobre la exposición a la radiofrecuencia que utilice suficiente energía para causar efectos de salud inducidos por el calor”.
“Cabe destacar que, aunque se ha demostrado ocasionalmente que las exposiciones (y los aumentos de temperatura resultantes) causan daños graves, en la bibliografía disponible no hay pruebas concluyentes de las exposiciones más bajas necesarias para causar daños. En el caso de niveles de exposición muy bajos… hay amplias pruebas de que la cantidad de calor generada no es suficiente para causar daños”, continúa el documento.
El Director Médico Nacional de NHS (Servicio Nacional de Salud) de Inglaterra, Stephen Powis, se refirió al tema como “el peor tipo de noticia falsa”, añadiendo “esas son también las redes telefónicas que utilizan nuestros servicios de emergencia y nuestros trabajadores de la salud. Estoy absolutamente indignado, absolutamente disgustado de que hay quienes atacan la misma infraestructura que necesitamos para responder a esta emergencia sanitaria. Es una pura y absoluta basura”.