Grandes discrepancias en la causa Google vs. Unión Europea

Mientras hay quienes auguran una derrota rotunda para Google, también hay versiones que consideran que la Unión Europea basa sus acusaciones en lo que era Internet hace tres años.

El miércoles 15 de abril la Comisión Europea anunció un nuevo paso en su investigación de Google, cuya conclusión preliminar sería que la empresa estadounidense estaría abusando de su posición dominante en el mercado de las búsquedas. Hasta ahora, el tema se ha concentrado en la investigación y audiencias con Google y su contraparte: una serie de empresas acusadoras que se sienten afectadas. La comisaría Margrethe Vestager ha decidido asumir un papel de fiscal, donde acusa formalmente a Google de haber infringido la legislación europea que regula la libre competencia, por lo que ahora corresponde a la empresa estadounidense defenderse. Dependiendo del desarrollo que tenga la causa, esta podría ser derivada a una instancia superior del sistema judicial europeo.

La respuesta de Google

Naturalmente, Google no está de acuerdo con las conclusiones preliminares de la Comisión Europea, por lo que respondió con un comentario en su blog, reiterando gran parte de su argumentación anterior. Entre otras cosas, señala que la competencia en el mercado es mayor que nunca antes, y que el servicio de búsqueda de Google no tiene el papel decisivo que sus competidores le asignan, recalcando que los servicios verticales de búsqueda, incluyendo Google Flight Search, de ninguna forma han liquidado a la competencia. La empresa señala que, por el contrario, hay otros actores que dominan tales segmentos. Aún así, varios de estos actores figuran entre las empresas que han solicitado a la Unión Europea intervenir frente a Google.

El artículo en el blog, firmado por el director de la división de búsquedas de Google, Amit Singhal, es titulado “La búsqueda del daño”, queriendo decir que es preciso probar que los procedimientos de Google han causado daño a terceros. “Aunque Google es quizás el motor de búsqueda más utilizado, la gente puede encontrar y tener acceso a la información de muchas formas distintas, por lo que las acusaciones de perjuicio en contra de los consumidores y los competidores, parecen sobremanera exagerados”, escribe Amit Singhal.

Los querellantes

La aunque la causa es presidida por la comisaría Margrethe Vestager, el expediente incorpora a 30 empresas denunciantes, representadas principalmente por las organizaciones ICOMP y FairSearch. Esta última entidad es representada por el abogado Thomas Vinje, entrevistado el 16 de abril por la revista Fortune. A juicio de Vinje, Google muy probablemente perderá la causa. “He observado causas similares durante varios años. Considero que los planteamientos de Margrethe Vestager son contundentes”. Según Fortune, el abogado habría señalado que la causa sería un “slam dunk” o triunfo total para la Unión Europea. Es decir, para Vinje se trata de una causa que Google perderá rotundamente, agregando que Vestager no habría emitido las acusaciones formales contra Google sin haber estado segura de que sus puntos de vista eran legalmente viables.

“Me sorprendería mucho si la Comisión abandonara esta causa”, declaró Thomas Vinje, que es representante de una serie de las contrapartes de Google en la causa, incluyendo a Microsoft, Nokia, Oracle, Expedia, Tripadvisor y Hotwire. A juicio de Vinje, sólo hay 2 posibles desenlaces para la situación actual: una de ellas es que Google acepte lo que Vinje denominada “solución extrajudicial categórica”, que obligue a Google a cambiar su modelo de negocios”, algo que él mismo considera improbable, o en segundo lugar “que las acusaciones formales de prácticas monopolistas sean confirmadas por los tribunales”.

El tema no está decidido

Numerosos observadores no están tan seguros como Thomas Vinje sobre el curso que tomará la situación. “No es aventurado señalar que este es un paso atrevido de la Comisión Europea. En ningún caso es seguro que se trate de un desenlace evidente para la causa”, declaró Alfonso Lamadrid durante una conferencia telefónica publicada el 15 de abril por la edición estadounidense de PC World. Lamadrid es experto en derecho comunitario sobre competencia en el bufete de abogados Garrigues, con base en Bruselas – empresa que no es parte en la causa. La conferencia telefónica fue organizada por Computer & Communications Industry Association (CCIA), de la que son miembros Google y Microsoft.

Según PC World, Lamadrid habría destacado que Margrethe Vestager sólo ha presentado acusaciones relacionadas con el servicio de comparación de precios de Google. Mientras hay quienes opinan que esta acusación sólo es la primera de una serie, Lamadrid deja entrever que no necesariamente es el caso. “Probablemente, la Comisión Europea lo hace simplemente porque es su carta más fuerte, comparándola con otras categorías”, declaró agregando que al tratarse de las búsquedas verticales, como por ejemplo viajes, para Google sería más fácil señalar que los resultados se producen como un resultado directo de lo que quiere encontrar el usuario.

¿Dominante?

Para poder ser sancionado por abuso de posición dominante es preciso probar primeramente que el acusado de hecho se encuentra en tal posición. Según Andrea Renda, investigadora jefa del Centro de Estudio de Políticas Europeas, con base en Bruselas, quién también participó en la conferencia telefónica, no es del todo claro que Google tenga esa posición, a pesar de concentrar más del 90% del mercado de las búsquedas en algunos países europeos. “Ser grande no significa necesariamente ser dominante en un contexto antimonopolios, y estoy segura de que Google reforzará tal punto de vista”, declaró Renda.

También es necesario probar que Google, como hecho irrefutable, ha dado injustamente a sus propios servicios preferencia en los resultados de las búsquedas. Al respecto, Google puede argumentar que este no es el caso, y que los servicios que se muestran en los resultados de las búsquedas son equivalentes al resto, lo que es determinado por los algoritmos empleados por la empresa, que la Comisión Europea ha desafiado en el contexto de la causa en cuestión.

Andrea Renda cuestionó además la afirmación de que la situación perjudica a los consumidores, señalando que en realidad, se trata más bien de los competidores que se sienten perjudicados. “Un pequeño problema con el tema antimonopolios es que su intención no es proteger a los competidores si a la vez no se está protegiendo a la vez a los consumidores”, declaró Andrea Renda.

Lo anterior implica que los inconvenientes que puedan enfrentar los competidores de Google carecen totalmente de relevancia desde una perspectiva antimonopolios, si los propios consumidores no están siendo afectados. Por años, Google ha argumentado que las alternativas están a sólo un clic de distancia para los consumidores, quienes en ningún caso están bloqueados o inmovilizados.

Eventual sanción

Google arriesga en el contexto de esta causa una multa que podría ascender al 10% de su facturación anual global. Según Lamadrid, es altamente improbable que la multa -en caso que hubiera alguna- alcance realmente los 6000 millones de euros. Fundamentó su observación en tres razones: en primer lugar, el Tribunal Europeo y la Comisión Europea nunca han dado a empresa alguna una multa superior a los 1.060 millones de euros. Esta sanción fue impuesta en 2009 a Intel por presiones ilegales contra fabricantes de computadoras.

La segunda razón mencionada por Lamadrid, es que Comisión Europea en principio no tiene planes de multar a Google, debido a que la Comisión y Google han negociado durante varios años sobre una salida extrajudicial, donde no se ha hablado de otras consecuencias, aparte de que Google deba modificar su servicio de búsquedas.

La tercera razón sería que la Comisión Europea anteriormente no ha aplicado multas en lo que considera “causas nuevas”, algo que juicio de Lamadrid es el caso de Google.

ICOMP

El presidente de la segunda organización que representa a los opositores de Google, ICOMP, es lord Alan Watson, miembro de la Cámara de los Lores del Reino Unido. Anteriormente, Watson trabajó para Burson-Marsteller, empresa de relaciones públicas que entre su lista de clientes cuenta precisamente a Microsoft y a la propia ICOMP.

“Google enfrenta una investigación muy grave y prolongada que, a mi juicio, debería sentar las bases para nuevas reglas para Internet”, declaró Watson en una entrevista con The New York Times. “Si la Comisión Europea titubea, creo que Google tendrá una posición totalmente imparable, y que en la práctica pasarán a ser propietarios de Internet”.

Demasiado tarde

Varios actores consideran que los puntos de vista de Watson son obsoletos, debido a que Internet y el mundo tecnológico desde hace tiempo han seguido avanzando. Esta opinión es compartida por Colin Sebastian, analista de la empresa Robert W. Baird and Co. “Desde antes de 2008, cuando los competidores se quejaban sobre lo que actualmente se denomina Google Shopping, los consumidores han comenzado a utilizar teléfonos inteligentes, apps, y acuden directamente a Amazon y a otros distribuidores, en lugar de buscar en Google”. Sebastian pregunta en Twitter si acaso Margrethe Vestager está al tanto de que Amazon rebasó ya hace tres años a Google en el número de consultas sobre comercio electrónico. “La afirmación de que Google socave la libre competencia recuerda a lo que vimos hace varios años atrás. Actualmente Google se enfrenta a una fuerte competencia en el ámbito del comercio electrónico, de parte de Amazon” escribe Sebastian en un informe de investigación titulado “Google, tardíamente en la mira de la UE, en un mercado que cambió hace años”, citado por la publicación Bloomberg. La conclusión de Colin Sebastian es que una eventual sanción contra Google sólo tendría un impacto mínimo para la libre competencia en el mercado de las búsquedas por Internet.

Ilustración: Maxpro © Shutterstock.com


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