Cuestionan la paradoja ética de Instagram: Dura con los contenidos inofensivos, indulgente con la crueldad animal

Meta aduce su “compromiso con el diálogo libre y abierto” para explicar su política permisiva con los contenidos perturbadores de crueldad animal.

En Instagram y Facebook, diversos contenidos inofensivos conllevan la suspensión de cuentas y pérdidas económicas para los usuarios. Paralelamente, horrendos vídeos de crueldad animal siguen sin estar regulados.

Un sitio web de defensa de los derechos de los animales, Sociedad Vegana, cita a Yahoo News Australia e incluye opiniones de expertos de grupos de defensa de los derechos de los animales como PETA y World Animal Protection. Estas organizaciones afirman que el contenido habilitado por Meta, en cuanto a crueldad animal, no sólo es poco ético, sino potencialmente perjudicial para la comunidad en general. Meta, la empresa matriz de Instagram y Facebook, defiende su postura apelando al valor del “diálogo libre y abierto”.

El artículo llama la atención sobre la naturaleza profundamente perturbadora de los vídeos sobre crueldad animal que permite Instagram. “¿Lactancia materna, fotos en bikini, ropa transparente, obras de arte dibujadas a mano e incluso… palabrotas? Éstas son sólo algunas de las “absurdas” razones por las que los australianos han sido expulsados de Facebook e Instagram, mientras que las plataformas permiten sistemáticamente que los impactantes vídeos de crueldad animal sigan circulando, pudiendo ser compartidos y vistos por miles de millones de personas en todo el mundo”, escribe el reportero senior Joe Attanasio en Yahoo News Australia.

Mientras censura imágenes que muestran desnudos moderados, Instagram permite libremente publicaciones que muestran animales siendo ahogados y asfixiados. En un vídeo profundamente perturbador, un indefenso mono bebé es atacado por perros mientras un individuo graba el incidente y se ríe.

Meta se limita a señalar que estos vídeos podrían ser “hirientes en algunos contextos”, pero insiste en que no violan las directrices de la comunidad. Esto plantea cuestiones críticas sobre la postura ética de la plataforma, especialmente cuando su propio personal ha admitido que el contenido le resultaba perturbador.

Según los críticos, la aplicación incoherente de las directrices comunitarias de Instagram tiene implicaciones de gran alcance. Perjudica a usuarios como una modelo afincada en Sídney y una escritora llamada Carly Sophia, a ambas se les han suspendido sus cuentas por motivos triviales, lo que ha afectado a sus carreras y a sus posibles ingresos. Al mismo tiempo, Instagram se está convirtiendo en un semillero de contenidos de maltrato animal.

Ilustración: captura del sitio Sociedad Vegana


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