La definición anterior, aportada por Massimiliano Pogliani, CEO de Vertu, a la publicación Financial Times, tiene sentido, ya que al no ser “una fábrica de teléfonos”, Vertu no se ha preocupado mayormente de incorporar refinamiento técnico y funcionalidad de última generación a sus smartphones. En lugar de ello, han preferido elementos como rubíes y carcasas de metales preciosos.
En la entrevista, Pogliani dice que su intención no es competir con los smartphones producidos para las masas. “Este es un teléfono de lujo, y un artículo de lujo no es algo que necesites. Mis competidores son una noche en un hotel Four Seasons o una botella de vino Bordeaux”.
Habiendo precisado lo anterior, Pogliani anunció que Vertu ahora aspira a convertirse en un smartphone moderno operado con Android, cuyo modelo más modesto tendrá un precio de £ 4000 (EUR 4700 / USD 6300).
Los teléfonos Vertu son fabricados en Gran Bretaña. Al respecto, Pogliani puso de relieve que cada unidad es fabricada a mano, en un proceso que toma varias horas. Una vez ensamblado, cada smartphone es firmado con un láser por el artesano.
Respecto al desempeño económico de Vertu, Pogliani prefirió no comentar detalles, aunque confirmó que la facturación total de 2012 alcanzó los EUR 300 millones.
Nokia, que fundó Vertu a comienzos del milenio, aún es propietaria del 10% de la empresa. Refiriéndose a los detalles del traspaso de su división móvil a Microsoft, la empresa ha precisado que su participación en Vertu no forma parte del acuerdo.
Según Pogliani, la decisión de apostar por Android obedece a una necesidad de mantener su posición líder en el segmento de teléfonos de lujo. En los últimos 10 años, Vertu ha vendido 370.000 teléfonos; es decir, el mismo número que Apple vende en un día.
Fuente: Financial Times
Ilustración: Sitio de Vertu.