El dinámico campo de la inteligencia artificial ha sido testigo de un nuevo y notable acontecimiento, ya que Mistral AI, una start-up francesa, ha obtenido la importante suma de 415 millones de dólares en su ronda de financiación de serie A. Esta cuantiosa inversión impulsa a la empresa hacia una posición de liderazgo en el mercado europeo y la deja con una valoración de unos 2.000 millones de dólares. Esto la posiciona como una posible contrapartida europea a las empresas estadounidenses dominantes en el sector de la IA, escribe Ross Kelly en IT Pro.
El rápido ascenso de Mistral AI es digno de mención, sobre todo teniendo en cuenta su reciente creación. Fundada por antiguos miembros de Google DeepMind y Meta, la startup consiguió una notable financiación inicial de 112 millones de dólares apenas un mes después de su creación. Entre sus patrocinadores se encuentran renombrados inversores de capital riesgo y líderes del sector, con Andreessen Horowitz a la cabeza de la financiación de serie A y la participación de entidades como Salesforce, General Catalyst y BNP Paribas. Este respaldo diverso y sólido subraya el potencial de la nueva empresa y la confianza del sector en su dirección.
El enfoque diferenciado de la empresa respecto a la IA generativa, que hace hincapié en una metodología “abierta, responsable y descentralizada”, la distingue de sus homólogas estadounidenses. Su primer modelo lingüístico de gran tamaño, “Mistral 7B”, aunque no alcanza el rendimiento de los modelos GPT-4 o Claude 2 de Anthropic, supera a los modelos Llama 2 13B y 34B de Meta en diversas pruebas comparativas. Este logro, unido a la decisión de la empresa de publicar su modelo Mixtral 8x7B bajo licencia Apache 2.0, pone de manifiesto su compromiso con la accesibilidad y el desarrollo de código abierto.
Según Ross Kelly, el enfoque de Mistral AI podría ofrecer una ventaja competitiva en un panorama cada vez más influido por la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea. Esta normativa busca regular el uso de la IA en la UE, y el modelo de Mistral, que utiliza una “red de enrutadores” para optimizar el rendimiento al tiempo que controla los costes, podría ser especialmente adecuado para este nuevo entorno normativo.
A pesar de estos logros, sigue habiendo retos. En particular, la startup carece actualmente del amplio respaldo de gigantes del sector del que gozan sus homólogas estadounidenses, como OpenAI y Anthropic. Estas empresas con sede en EE.UU. han conseguido importantes inversiones, como el respaldo de 13.000 millones de dólares de Microsoft a OpenAI y el importante apoyo de AWS y Google a Anthropic. La disparidad en la financiación subraya la ardua batalla a la que se enfrenta Mistral AI en su intento de establecerse como un actor importante en el mercado mundial de la IA.
Además, las perspectivas de futuro de la empresa pueden verse influidas por la dinámica de costes de la IA generativa. Dado que las investigaciones predicen un aumento de los gastos asociados al desarrollo de la IA, el enfoque de código abierto de Mistral podría ofrecer una alternativa más rentable. Esta estrategia podría ser crucial para mantener la competitividad, sobre todo frente a los elevados costes asociados a modelos propietarios como ChatGPT o Claude.
Sin embargo, los obstáculos normativos se ciernen sobre Mistral AI y el sector europeo de la IA en general. La Ley de Inteligencia Artificial de la UE, aunque es un paso importante hacia una regulación estandarizada de la IA, suscita preocupación por su impacto en la innovación. Los recelos de miembros clave de la UE, como Francia, Alemania e Italia, ante un posible exceso de regulación, indican un camino complejo por delante para empresas como Mistral AI.
Por último, la trayectoria de Mistral AI representa una señal de esperanza para las ambiciones europeas en materia de inteligencia artificial y pone a prueba el dominio de Estados Unidos en este campo en rápida evolución. El enfoque único de la empresa, unido a sus movimientos estratégicos en tecnología y regulación, la sitúan como una entidad notable en el panorama mundial de la IA, escribe Ross Kelly en IT Pro.