El sitio CyberScoop publica un extenso artículo donde aborda un ‘plan de rectificación’ acordado por Zoom con el gobierno chino, según el cual la empresa se habría comprometido a monitorear las comunicaciones de los usuarios para detectar puntos de vista políticos que el Partido Comunista Chino considerara inaceptables.
En octubre de 2019, el CEO de Zoom, Eric Yuan, viajó a China para tratar de levantar el bloqueo que las autoridades chinas habían impuesto a la plataforma por no haber hecho lo suficiente para suprimir el discurso antigubernamental. Para lograrlo, Zoom prometió cumplir con las demandas de Beijing de suprimir el discurso en la plataforma.
Plan de rectificación
Zoom propuso un “plan de rectificación” que se comprometía a monitorear las comunicaciones de los usuarios en busca de puntos de vista políticos que el Partido Comunista Chino considerara inaceptables. Esto incluía cualquier mención de la masacre de la Plaza Tiananmen, comentarios sobre disturbios políticos en Hong Kong y rumores que difamaran a los líderes políticos chinos.
Los fiscales estadounidenses alegan que un empleado de Zoom, Julian Jin, cooperó con funcionarios del gobierno chino para utilizar la plataforma para acosar a disidentes con sede en los Estados Unidos y suprimir su discurso. Aunque Jin y quienes los fiscales denominan “co-conspiradores” ocultaron gran parte de su plan a la alta gerencia de Zoom, la acusación revela que en puntos clave, Jin informó a los ejecutivos sobre su trabajo tendiente a cumplir las directrices recibidas desde China.
La experiencia de Zoom en China ilustra los compromisos que deben asumir las empresas que hacen negocios allí para asegurarse de infringir la normativa estatal de censura. “Las empresas que operan en China deben entender que lo hacen solo por la gracia del Partido Comunista Chino, y el partido explotará y abusará de sus productos, empleados y acceso”, escribe CyberScoop.
El documento de acusación del Departamento de Justicia ilustra la presión que las empresas extranjeras enfrentan todos los días en China, y los gobiernos democráticos en todas partes necesitan hacer un mejor trabajo para asegurarse de que esa presión no pueda tener éxito.
“Después de que se restableció el acceso a Zoom en China, Jin y sus co-conspiradores emprendieron una agresiva campaña para sofocar la disidencia en la plataforma, gran parte de la cual los altos ejecutivos de la empresa desconocían”, habría señalado el Departamento de Justicia, citado por CyberScoop.
La coerción de individuos en China para suprimir los derechos de expresión de individuos fuera de China plantea implicaciones preocupantes para las empresas tecnológicas que intentan operar en China, concluye señalando la nota.