Como parte de la operación, Nvidia incorporará sus soluciones de IA en los diseños de los procesadores ARM, dirigidos a centros de datos y dispositivos de IoT.
“La IA es la fuerza tecnológica más potente de nuestro tiempo y ha lanzado una nueva ola de computación”, afirma Jensen Huang, fundador y CEO de NVIDIA. “En los próximos años, trillones de computadoras ejecutando inteligencia artificial crearán una nueva Internet de las Cosas que será miles de veces más grande que la actual Internet de las personas. Nuestra unión creará una compañía fabulosamente posicionada para la era de la IA”.
En los días previos al anuncio circularon versiones extraoficiales en el sentido que Nvidia podría trasladar las operaciones de IA a Estados Unidos. Desmintiendo estos rumores, la compañía ha afirmado que el negocio del Reino Unido seguirá teniendo su sede en Cambridge, Inglaterra, junto con anunciar sus planes de construir en la ciudad una instalación de investigación de IA de primer nivel, dedicada a proyectos relacionados con la salud, las ciencias de la vida, la robótica, los vehículos autónomos y tecnologías similares.
Nvidia tiene previsto además construir una supercomputadora de IA de última generación que funcione con CPU de ARM.
ARM actualmente opera en un modelo de licencia abierta y Nvidia no tiene intención de cambiar esta modalidad coma al menos por ahora. La empresa aspira a mantener la neutralidad del cliente global que ha sido, “fundamental para su éxito”, según escribe en un comunicado.
“Los socios de ARM se beneficiarán también de las ofertas de ambas compañías, incluidas las numerosas innovaciones de Nvidia”, añadió la compañía.
Se espera que el acuerdo se cierre en septiembre del año próximo, a la espera de la aprobación de las autoridades reguladoras.