Todos quieren ir a las grandes ciudades pues están llenas de sueños, mayores oportunidades, diversidad, entretenimiento, más medios de transporte y, por supuesto, vida cultural y nocturna. La mayor parte de la población mundial deseará poblar las ciudades en menos de cuatro décadas a partir de hoy, el mayor éxodo masivo en la historia de la humanidad.
Las áreas urbanas crecen a gran velocidad: más de la mitad de la población mundial vive ya en ciudades y de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, en 2050 el 70% de los seres humanos habitarán en centros urbanos.
Las ciudades tienen muchos retos, problemas y ámbitos de trabajo, desde los que se puede prestar una mejor atención al ciudadano y una mejor calidad en sus servicios. El diseño de ciudades inteligentes es una de las soluciones para afrontar el reto de manejar y vivir en ciudades cada vez más grandes y complejas, como la mayoría de la población parece desear.
Se puede decir que una ciudad inteligente es aquella que hace uso de los avances tecnológicos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, sin embargo, este concepto tiene una gran variedad de matices y múltiples interpretaciones.
Una ciudad es conocida por su eficiencia, por la manera en que administra la energía y la disponibilidad de esta en todo momento, se distingue por la garantía de que todos tengan agua, la forma en la que administra sus servicios públicos, en la que mantiene sus edificios y en la que opera el sistema de transporte.
Así, la tecnología juega un papel fundamental para que las ciudades sean inteligentes mediante las soluciones que ofrece para una gestión eficiente de los diversos sistemas operativos de las mismas. No obstante, tiene que estar dirigida y orientada por un gobierno alineado con estos objetivos.
¿Cómo se evalúa una ciudad inteligente?
· Servicios eléctricos con soluciones de red inteligente, para administrar la demanda, distribución, medición, consumo, datos operativos, etcétera.
· El número de edificios públicos que cuenten con una eficiencia energética y hayan implementado una solución de contratación de desempeño para la gestión energética en el sitio.
· Soluciones de la red inteligente para administrar la infraestructura de agua.
· Soluciones integradas de movilidad inteligente mediante la red, como el tráfico, peaje, túneles, etcétera.
· La operación de los servicios municipales, utilizando soluciones inteligentes para administrar los servicios, tales como salubridad, educación, alimentos y salud, la paz pública, pronósticos del clima, estacionamiento, alumbrado público, etcétera.
· La correcta integración y funcionalidad de todos los sistemas de las ciudades para trabajar mejor entre sí.
Las nuevas tecnologías pueden mejorar la calidad de vida en las urbes, pero es necesaria una buena gestión de los recursos para mantener esa calidad en los servicios. Las ciudades tienen que ser súper modelos de facilidad de uso y alistamiento a una escala masiva. Conforme las poblaciones migran de manera irreversible hacia aglomeraciones urbanas, las ciudades deben equiparse de manera inteligente y visible para hacer frente a la creciente demanda.
Por: Tania Cerda, gerente de soluciones de energía para Schneider Electric