Durante casi un año, el filtrador Edward Snowden ha tenido asilo en Rusia. Su permiso de residencia se vence en unos pocos días. El Ministro de Justicia de Alemania, Heiko Maas, sólo ve una buena solución para Snowden. “Está comenzando la treintena y no querrá ser cazado por el resto de su vida en todo el mundo”, dijo Maas a medios de comunicación en Berlín el 29 de julio.
El ministro germano recomienda a los abogados de Snowden negociar con las autoridades estadounidenses su regreso a EE.UU. para enfrentar un proceso ajustado a derecho. Si ambas partes pueden llegar a un acuerdo, Snowden se vería beneficiado, comenta el ministro, “porque de lo contrario, siempre estaría huyendo de las agencias policiales de Estados Unidos”.
En junio pasado se cumplió un año desde que Snowden inició un proceso de filtración a gran escala de documentos secretos sobre las prácticas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Casi inmediatamente, el gobierno estadounidense canceló el pasaporte de Snowden y solicitó su extradición, emitiendo además órdenes internacionales de detención.
Desde principios de agosto de 2013, el filtrador, ahora de 31 años de edad, tiene asilo en Rusia – limitado a un año. Es decir, formalmente, el permiso de residencia expira en los próximos días, y la decisión de Moscú sobre una posible extensión sigue pendiente.
El ministro Maas admitió que la oposición de su país ha estado intentando durante meses llevar a Snowden a Alemania, con el fin que testifique ante un comité que indaga las actividades de la NSA que afectan a Alemania. Los partidos Izquierda y Los Verdes han propuesto incluso acudir al Tribunal Constitucional Federal.
Consultado por la opción de invitar a Snowden a Alemania, Maas expresó cautela, aunque no descartó la posibilidad. “Pero por el momento prefiero un no”, dijo el ministro a los medios locales en Berlín, citado por la publicación Heise.de. “No es una decisión que competa únicamente al gobierno”, aclaró Maas, agregando que “Si el Sr. Snowden hubiera sido empleado de la inteligencia alemana, sus filtraciones habrían sido punibles en virtud de nuestra legislación”.
Con todo, el ministro admitió que Alemania se ha beneficiado con las revelaciones de Snowden. “En general, nos hemos beneficiado, porque aprendimos cosas que no sabíamos antes. Hemos abierto los ojos, y es mérito de Snowden”, dijo Maas. “Nos ha dado una base sobre la que podemos decidir si queremos que todo avance aún más hacia la vigilancia total”. En agosto de 2013 trascendió además que el gobierno alemán veía la situación creada por PRISM como una oportunidad, y no solo como un problema.
Maas admitió que “el caso Snowden” es difícil de evaluar. “No tenemos ninguna ley penal moral en Alemania”, subrayó. “En el futuro habrá casos similares, donde algo será sancionable desde una perspectiva penal, y sin embargo moralmente aceptable”.
—
Fotografía: Rena Schild © Shutterstock.com