La nueva información pone cada vez más en evidencia que el proyecto Prisma, en realidad, abarca la mayor parte del tráfico mundial de datos digitales, dirigiendo gran parte de los meta datos a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos.
En dos sendos artículos de The Guardian, titulados “La NSA recolectó correo electrónico masivo por más de dos años durante el gobierno de Obama”, y “Cómo la NSA continúa guardando tus datos online”, el periódico hace referencia a documentos secretos del gobierno estadounidense, los cuales reproduce íntegramente.
En los artículos no se hace referencia directa a Edward Snowden. Anteriormente, The Guardian dijo haber recibido documentos del filtrador estadounidense ahora prófugo, acusado por Washington de espionaje contra su propio país y, por algunos congresistas, tildado directamente de traidor.
En los artículos se explica la forma en que la NSA comenzó secretamente a acumular datos sobre la correspondencia electrónica de los estadounidenses, poco después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, mediante un programa entonces denominado “Stellar Wind”, o “Viento Estelar”.
Inicialmente, sólo se monitorizaba el correo electrónico intercambiado por estadounidenses. Posteriormente se comenzó a analizar meta datos de telefonía e Internet, cuando al menos una de las partes estuviese físicamente fuera de Estados Unidos, o donde ninguna de las partes fuese ciudadano estadounidense.
Las actividades continuaron hasta marzo de 2004, cuando el entonces viceministro de justicia James Comey -nombrado la semana pasada director del FBI- criticó que la labor de vigilancia no tuviese un mandato jurídico específico.
Las inquietudes de Comey resultaron en que el programa fuese suspendido en mayo de 2004, a la espera de contarse con un fundamento jurídico aceptable. Eso se consiguió dando a NSA instrucciones de dirigirse cada 90 días a un tribunal secreto establecido en conformidad con la ley FISA (Foreign Intelligence Surveillance Act). El tribunal dio su primera autorización el 14 de julio de 2004, en forma de un mandato que daba continuidad a las labores de espionaje que, para entonces, ya habían sido practicadas durante dos años y medio. Cabe señalar que la jueza del caso fue Colleen Kollar-Kotelly, conocida por la causa antimonopolios contra Microsoft, a comienzos de la pasada década.
Las labores de vigilancia fueron ampliadas en octubre de 2007, recalcándose que la NSA también estaba facultada para analizar los meta datos de comunicaciones sostenidas entre ciudadanos estadounidenses y personas con permiso de residencia en Estados Unidos. La labor continuó sin inconvenientes hasta 2011; es decir dos años de iniciada la presidencia de Barack Obama. En ese entonces se concluyó definitivamente el programa Stellar Wind.
El hecho que el programa fuese cancelado no implica que lo mismo haya sucedido con las labores de espionaje.
Shawn Turner, responsable de relaciones públicas en la Casa Blanca para asuntos de inteligencia nacional, se negó a explicar las razones que llevaron a la supresión del programa. The Guardian hace referencia a declaraciones obtenidas por el periódico estadounidense Washington Post, de un “funcionario jefe anónimo” según el cual durante la administración Obama continúan recogiéndose meta datos de Internet.
Los datos recabados por la NSA incluyen los nombres del destinatario y remitente de correo electrónico, como asimismo las direcciones IP de ambos. En una audiencia realizada ante legisladores estadounidenses el 18 de junio, el entonces viceministro de justicia (deputy attorney general) James Cole, defendió la actividad señalando que este tipo de meta datos no revela información personal, y que lo mismo ocurre con los números telefónicos que se han comunicado entre sí. En tal sentido, explicó que los meta datos permiten el análisis avanzado de datos con el fin de detectar patrones sospechosos. Hasta 2001, la NSA no estaba autorizada para registrar otra información aparte de los participantes en una conversación. Después de los ataques del 11 de septiembre de ese año se dio una autorización formal para el denominado “contact chaining”, o vinculación de contactos, que implica la utilización de los registros para la obtención de cadenas de contactos.
Los documentos citados por The Guardian sustentan la idea de que la obtención de meta datos de comunicación en Internet no sólo continúa hasta la fecha, sino que su volumen aumenta.
En un comentario sobre uno de los programas de análisis de datos, denominado 1EF y creado a fines de 2012 se escribe: “La solución 1EF permite que más del 75% del tráfico de datos pase a través del filtro. Éste hito no sólo amplió el acceso, sino permitió la identificación, selección y transmisión a los depósitos de la NSA de un mayor volumen de datos”.
Ilustración: Sede de la NSA (fotografía de Wikipedia, con licencia de Wikimedia Commons) y logotipo de Prisma (reproducido por The Guardian). Edición de ambas imágenes: Diario TI.