Ciberseguridad, una tarea del Estado

Opinión: Si las entidades gubernamentales no cuentan con un presupuesto para implementar algún tipo de solución de propósito específico, pueden tomar como buena práctica la correcta configuración en los recursos asignados.

Hoy en día es una tendencia que los gobiernos suban toda la información a la nube y gestionen diferentes operaciones por Internet, con el fin de ofrecer servicios más rápidos, flexibles y de fácil acceso para la ciudadanía, con costos de operación teóricamente moderados.

Sin embargo, muchos de estos servicios en la nube no contemplan todas las capas de seguridad necesarias para proteger los activos de información.

Lo anterior puede generar diferentes impactos en las empresas de sector público, privado y a los ciudadanos, debido a que en los últimos años la ciberseguridad y ciberdefensa han evolucionado tan ágilmente que han hecho difícil predecir en dónde ocurrirá o se materializará la próxima amenaza y qué impacto tendrá en diferentes sectores, incluida la economía local.

Según IDC, en el tercer trimestre de 2015 ocurrieron más de 222,000 ataques de diferentes tipos contra la infraestructura tecnológica en América Latina. Entre los ataques más comunes se encuentran los llamados ataques de denegación de servicio distribuido, también conocidos como ataques DDoS. Estos ataques han adquirido importancia a nivel mundial, por su facilidad de ejecución y por los efectos negativos inmediatos que causan. Además, consisten en un grupo de sistemas comprometidos, también conocidos como “ordenadores zombis” que atacan a un solo objetivo para causar una denegación de servicios a los usuarios legítimos.

Un estudio publicado en la página State of the Internet a nivel mundial, revela que en 2015 los ataques DDoS se incrementaron en un 132% con respecto a 2014 y que de estos, los ataques enfocados a la infraestructura en la nube o ataques de Capa 7, tuvieron un incremento del 122% con respecto a 2014.

¿Qué motiva a estos ataques?

Claramente los ataques buscan provocar daños a diferentes víctimas ya sean personales o empresariales con fines políticos, financieros, retaliación, etc. Sin embargo, es claro que la finalidad primaria es causar daño a la reputación de las entidades objeto del mismo.

¿Cuáles son las características de estos ataques?

Los ataques DDoS son la amenaza # 1 para data centers que proveen servicios en la nube. Es por esto que su tamaño es cada día más grande, es así que el 80% de los ataques son de más de 100Gbps, haciendo que los más exitosos de estos ataques tengan una duración promedio de 20 horas. Cabe resaltar que esta modalidad de amenaza se vuelve cada día más sofisticada, como los xml-based o los de capa 7 enfocados en la nube, y muchas veces este tipo de amenaza es utilizada por los hackers para enmascarar intrusiones.

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¿Qué hacer para prevenir estos ataques?

Existen en el mercado muchas soluciones enfocadas para proteger contra estas amenazas, entre las más comunes están los dispositivos antiDDoS de propósito específico, que debido a su tipo especial de hardware son capaces de detener estos ataques y permitir el paso solo del trafico valido, con el fin de proteger toda la infraestructura sin afectar la arquitectura y el direccionamiento.

Si las entidades gubernamentales no cuentan con un presupuesto para implementar algún tipo de solución de propósito específico, pueden tomar como buena práctica la correcta configuración en los recursos asignados, como los servicios web para cubrir la demanda de usuarios.

Teniendo en cuenta lo anterior los gobiernos latinoamericanos han generado algunos lineamientos en ciberseguridad orientadas a desarrollar estrategias, instrucciones y normativas respecto al tema, para contrarrestar el incremento de las amenazas informáticas desde tres frentes:

1. Ciberdefensa: Los gobiernos están enfocados en proteger la infraestructura crítica de cada país con diferentes iniciativas, algunas son: robustecer la infraestructura de seguridad informática, asegurar la soberanía de los países y la creación de grupos de respuesta ante incidentes informáticos.

2. Ciberseguridad del Estado: Los gobiernos generan lineamientos importantes en materia de organización y estandarización, como el caso de Colombia con su programa Gobierno en Línea. Esta organización guía a las entidades del Estado colombiano para que se organicen en materia de seguridad de la información, seguridad informática y adopción de nuevas tecnologías, como ejemplo el IPv6, con el fin de hacer su infraestructura robusta, segura y que la misma pueda adaptarse a las exigencias de la sociedad.

3. Ciberseguridad ciudadana: Los gobiernos buscan en este frente concientizar a los ciudadanos, en cuanto a cómo ven su información personal, cómo se comunican y cómo acceden a los diferentes servicios informáticos que ofrecen proveedores públicos y privados. La estrategia pública busca hacer entender a la población de los riesgos relacionados al uso de las redes sociales, lo que genera problemas sociales tales como el ciberacoso, secuestro de información, sexting, etc.

Es importante resaltar que de nada sirven los esfuerzos del Gobierno en tratar de disminuir el nivel de riesgo al que se encuentran expuestas las entidades estatales, empresas privadas, ciudadanos y el país en general, a través de normativas, iniciativas y campañas de concientización, si no se entiende que los planes sin acción, se quedan en papel. Es aquí donde toman relevancia los planes estratégicos de TI enfocados en la consolidación de arquitecturas de seguridad robustas y escalables, permitiendo a las entidades públicas y privadas ofrecer más servicios eficientes.

Por Juan Pablo Fernández, Systems Engineer, Vertical Gobierno, Fortinet (Colombia)


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