Virus y teléfonos móviles: ¿realidad o leyenda?

Uno de los “hoaxes” más célebres que circulan por la Red hace referencia a un teórico virus que afecta a los teléfonos móviles. Según este bulo, si recibe una llamada en la que la pantalla del teléfono indique “Unavailable”, no debe contestarla ya que, de hacerlo, su terminal sufrirá todo lo malo que le pueda ocurrir a un móvil, menos la combustión espontánea.

MADRID: Lo primero, recordar que el mensaje “Unavailable” no tiene ningún misterio. Gracias a la tecnología GSM (Global System for Mobile communication), podemos ver qué número nos llama y así contestar o no a la llamada. Pero para que podamos ver el número también hace falta que el usuario que nos llame quiera identificar su número en nuestro terminal, y que la red por la que ha circulado la llamada soporte dicho servicio.

En muchas ocasiones, la llamada -sobre todo si es internacional- es transferida de un operador a otro por muchos canales distintos (incluso a través de un satélite), y en todo este proceso puede ocurrir que el número del teléfono del que llama no llegue hasta el destino. Por otro lado, la tecnología GSM permite que el número no aparezca en la pantalla del destinatario con tan solo teclear #31#. En estos casos, el que recibe la llamada no verá en pantalla el número, así que mostrará un mensaje diciendo que no está disponible la identificación de la llamada. Y ese mensaje puede que sea “Unavailable”, si bien lo más normal es que aparezca en el idioma local del propietario del teléfono, que no tiene por qué ser el inglés. Así, aparecerá el mensaje “No disponible” o “Desconocido” o “Función no soportada”, o cualquier otro en función del fabricante de nuestro móvil. En cualquier caso, no deja de ser una llamada normal y corriente que, en ningún caso, va a afectar al móvil.

En la práctica, ¿podría un teléfono móvil sufrir el ataque de un virus? En principio, no. Si queremos llevar esto al extremo, podríamos pensar que, efectivamente, un teléfono móvil es un tipo especial de ordenador, con un hardware y un software. Pero los virus, salvo contadas excepciones, aunque sean software, necesitan instalarse en el sistema que quieren infectar. Y, desde luego, ningún teléfono móvil puede incorporar a su software el contenido de una llamada.

Con muchísimas reservas, podría pensarse en un problema por un mensaje transmitido a través del servicio de mensajes cortos, o SMS (Short Message Service). De hecho, hace tiempo algunos modelos de móviles tuvieron problemas a la hora de leer determinados mensajes construidos a propósito para evidenciar el problema. Aun así, esto puede resolverse simplemente con apagar y volver a encender el aparato (viejo e infalible truco informático, efectivo donde los haya).

Otro dato a tener en cuenta es el sistema de telefonía móvil que utilicemos. Debemos pensar siempre en telefonía móvil digital. El antiguo sistema estadounidense, por ejemplo, no serviría ya que es analógico, aunque cada vez toma más fuerza el sistema GSM en los Estados Unidos. GSM sí es digital, y es el utilizado en Europa y en la mayor parte del mundo. En Japón emplean otro sistema digital diferente.

Muchos usuarios temen que por utilizar la tecnología WAP (Wireless Access Protocol) sus teléfonos puedan infectarse con virus, ya que en el fondo este sistema permite acceder a Internet desde el móvil. La gran diferencia es que navegando por páginas WAP nunca va a descargarse ningún tipo de código ejecutable. Lo único que vemos en la pantalla es algo de información que el servidor nos ha servido, pero nunca queda almacenada en el teléfono. Y mucho menos va a propagarse entre distintos teléfonos, ya que la conexión es entre un teléfono y un servidor, y nunca directamente entre terminales móviles.

Por último, está la tecnología GPRS (Global Packet Radio System), que permite que sobre el estándar GSM puedan enviarse datos de una manera más rápida y económica. Pero en este caso el teléfono móvil no es más que un simple transmisor de la información, funcionando como un módem entre el ordenador e Internet. Aquí sí que existe la posibilidad de que un virus pueda transmitirse a través del teléfono móvil, pero de la misma manera que a través del módem de un ordenador o por el adaptador ADSL. En el día a día, no tenemos especiales temores a los módems ni a los adaptadores.

Los nuevos teléfonos móviles (que no de tercera generación) pueden tener funciones multimedia como el envío y recepción de mensajes con imágenes (algunos tienen incluso cámara fotográfica incorporada), o la descarga de juegos. Es en el último aspecto mencionado donde pueden surgir problemas con los virus. Como norma fundamental, cuando se habla de virus, se dice que “allí donde hay código ejecutable, puede haber un virus”, por lo que cabría la posibilidad de descargarnos un virus escondido en un juego.

Para que ese hipotético virus tuviera éxito necesitaría que el sistema en el que esté ejecutándose proporcione a los juegos la capacidad de multiplicarse, para así extenderse a otros teléfonos, situación que no puede darse. La transmisión de la información del teléfono únicamente es contra otro servidor y en una sola dirección -hacia el teléfono-, pero nunca contra otros teléfonos. Es decir, en el mejor de los escenarios para un teórico virus, un teléfono podría infectarse con un juego descargado, pero ese virus no podría volver a introducirse en otro teléfono móvil por sí mismo, ya que solamente podría volver a infectar cuando otro usuario se descargara el juego. Estas limitaciones harían que el virus tuviese una capacidad de propagación casi nula.

Otro factor que impediría una infección en la actualidad es el diseño de los sistemas operativos de los teléfonos. Tal y como están concebidos, no permiten la grabación de software en la memoria del terminal por parte de software externo descargado. De hecho, únicamente a través de conexiones directas por cable y con software especializado, los técnicos pueden llevar a cabo cambios en el sistema operativo.

En el futuro as nuevas generaciones de teléfonos móviles pueden depararnos sorpresas. La tecnología de tercera generación, la llamada UMTS (Universal Mobile Telephone System), aunque con muchos retrasos, parece que poco a poco se va implantando por lo menos en Europa, y en ella vamos a encontrarnos muchas novedades.

Para empezar, el concepto “teléfono” quedará obsoleto. Los terminales con los que estableceremos comunicación no serán como los que conocemos ahora. En realidad, serán más parecidos a un ordenador tipo Palm o PocketPC, y dispondrán de un sistema operativo que permitirá muchas más funciones (procesadores de texto, gestores de correo, navegadores de Internet, envío de archivos, etc.). También podremos establecer comunicación directa para enviar datos contra otro terminal, a diferencia de lo que ocurre actualmente con la tecnología WAP o GPRS. En este caso, los virus sí que podrán propagarse entre mi terminal y el de otra persona, ¡y con conexión permanente! Esto dejaría la puerta abierta para que los gusanos se reproduzcan indefinidamente, además de hacerme pagar la factura del consumo de ancho de banda…

Los sistemas operativos que funcionarán en esos terminales no están demasiado claros todavía y, en función de como sean, los virus tendrán más o menos capacidad de propagación. Ya existen virus diseñados para sistemas PALM, pero, al igual que ocurre en los Pocket PC, pueden eliminarse simplemente desconectando la batería.

Siempre cabe la posibilidad de que aparezca un virus capaz de escribir sobre la Flash ROM del teléfono u ordenador de mano. Al igual que el virus CIH era capaz de sobrescribir la Flash ROM con la BIOS en ciertos sistemas, otro código malicioso podría generar una copia de sí mismo modificando la Flash ROM del dispositivo, a través de la conexión utilizada para sincronizar la información con otro equipo. En ese caso, el virus ya no desaparecería al desconectar la batería, por lo que haría falta un sistema de actualización de la ROM.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que los virus en dispositivos móviles deben estar específicamente diseñados para ellos. Por eso, los virus “clásicos” no tienen prácticamente posibilidades de infectarles.

En definitiva, por ahora no debemos preocuparnos más que de la salud informática de nuestro ordenador clásico, esté conectado a nuestro teléfono móvil o no. Por ahora, y hasta nuevo aviso, los virus en los teléfonos móviles forman parte de las leyendas urbanas

Fernando de la Cuadra
Editor Técnico Internacional
Panda Software (http://www.pandasoftware.com)
E-mail: [email protected]


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