De acuerdo a la información, Mikel Urizarbarrena, miembro de la secta, ha hecho donaciones al Instituto Mundial de Empresas de la Cientología (WISE), una asociación de 2,500 compañías dirigidas o controladas por cientólogos.
La información del periódico ha causado controversia entre diversas organizaciones francesas, que temen que haber comprado software para seguridad que podría espiarlos, escribe The Register.
El caso de Panda es similar a lo que ocurrió el año pasado cuando el gobierno alemán forzó a Microsoft a implementar una manera para remover o inhabilitar Diskeeper en Windows 2000. Diskleeper fue desarrollado por la empresa Executive Software, cuyo presidente fue un cientólogo.
Panda es el cuarto mayor productor mundial de software antivirus.