URJC desarrolla sistema de reconocimiento facial

Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos desarrollan una base de datos que permite poner a prueba los sistemas de reconocimiento facial. La base recoge 1.680 imágenes tridimensionales de caras de un centenar de individuos.

Un grupo de investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos ha desarrollado una base de datos con imágenes de caras que permite evaluar los sistemas de reconocimiento facial que existe en la actualidad. Esta base, que está siendo usada por medio centenar de instituciones de todo el mundo, ha conseguido cubrir dos de las principales carencias actuales. En primer lugar, en las bases de datos convencionales las imágenes son bidimensionales, por lo que su representación depende de las condiciones de iluminación y de la posición de la cara. En segundo lugar, suelen incluir datos de muchos individuos, pero con un número bajo de imágenes de cada uno de ellos. “El estado actual de reconocimiento facial no es lo suficientemente maduro como para dar respuesta a la gran demanda social y comercial existente”, asegura Cristina Conde, responsable junto con Enrique Cabello de este proyecto.

La base FRAV3D incluye, en cambio, información bidimensional (2D) que representa la textura de la cara, como información tridimensional, que recogen su estructura geométrica. También incluye información tridimensional que se representa en imágenes de dos tipos: mapas de profundidad, unas imágenes en niveles de grises, donde la intensidad de cada píxel representa la profundidad del objeto en ese punto (2,5D) y mapas mallados, o nubes de puntos en el espacio (3D). En realidad las imágenes 2,5D proporcionan información tridimensional pero en forma de imagen bidimensional ya que se proyectan los puntos 3D sobre un plano.

Además, la base que ha desarrollado el grupo de investigación Grupo de Reconocimiento Facial & Visión Artificial (FRAV) incluye varias imágenes por individuo. En concreto16 capturas de 105 individuos (81 mujeres y 24 hombres): cuatro frontales, ocho giros en diferentes sentidos y grados, dos gestos y dos iluminaciones diferentes. Todos ellos profesores, alumnos y personal de la URJC. Las imágenes han sido adquiridas mediante un escáner láser de Minolta modelo VIVID-700. Ya que uno de los objetivos es que fueran datos reales, se ha optado por no manipularlos durante la adquisición.

“La creación de una base de datos destinada al reconocimiento facial es una tarea compleja por la cantidad de factores que influyen en las condiciones de adquisición de datos. Esto requiere la aplicación de unos protocolos muy estrictos para conseguir que todas las imágenes de los individuos sean comparables. Muestra de esta complejidad es la gran variedad de datos bidimensionales existentes y la no existencia de una homogeneidad entre ellas”, mantienen los investigadores.

Fuente: Universidad Rey Juan Carlos.


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