El circuito de silicio fue creado por Sebastián Seung, científico adscrito a Lucent Technologies y miembro de un equipo de investigadores provenientes del renombrado MIT (Massachusetts Institute of Technology) y del Instituto de Neuroinformática de Suiza.
El circuito en cuestión es del tamaño de una uña y tiene 16 neuronas artificiales que se comunican unas a otras por medio de sinapsis artificiales.
Esta es una hazaña de la ingeniería neuromórfica sin precedentes. Eventualmente puede conducir a mejorar los chips de visión artificial, sensores de robótica y compresión de circuitos electrónicos que aumentarán la velocidad de las comunicaciones a través de cables digitales muy finos, explicó Seung.
El circuito experimental es original porque se aventura más allá del modo usual de operación de las computadoras, el cual es digital. Tradicionalmente, las computadoras ven al mundo como una serie de preguntas si/no, representadas por interruptores encendido/ apagado.
El circuito trata de reproducir las conexiones sinápticas que median las interacciones entre grupos de neuronas en la corteza cerebral, el centro de la inteligencia humana, escribe British Journal of Nature en su edición actual.
Cuando corrientes eléctricas son aplicadas a dos neuronas artificiales, el circuito, basado en retroinformación, responde a una y suprime una respuesta para la otra.
Existen millones de neuronas en el cerebro, señaló Sarpeshkar, consultor de Bell Labs. Sólo estamos utilizando 16 para hacer una cosa fantasiosa. No nos acercaremos al cerebro humano en los próximos 50 a 100 años
Esta es una nueva manera de hacer cosas, afirmó Chris Diorio, profesor asistente de ciencias computacionales de la Universidad de Washington. Los ingenieros no diseñan circuitos de la manera en que el cerebro lo hace.
El cerebro es muy complicado. Todas las supercomputadoras del mundo juntas tendrían problemas combinando el poder del proceso-visión de un solo cerebro humano, agregó Diorio.