En los últimos tres días se ha producido un considerable aumento del spam y anuncios manipuladores en Twitter, lo que parece ser un intento de reducir el flujo de noticias sobre las protestas contra las restricciones del gobierno chino al coronavirus en el país.
Investigadores de la Universidad de Stanford trataron de buscar distintas ciudades chinas en Twitter, encontrando un aluvión de tuits de spam con información sobre pornografía, servicios de acompañantes y casinos. El director del Observatorio de Internet de Stanford, Alex Stamos, declaró que su equipo estaba trabajando para determinar la amplitud y eficacia de la campaña.
Según Stamos, más del 95% de los tuits que aparecen al buscar “Pekín” son de cuentas de spam. El académico declaró que ya había advertido anteriormente sobre los riesgos a los que Elon Musk estaba sometiendo a la compañía al despedir a tantos empleados, y que éste parece ser el primer gran fracaso en el bloqueo de un esfuerzo de influencia gubernamental bajo el liderazgo de Musk.
Según diversas estimaciones basadas en información de prensa, la plantilla de Twitter se ha reducido de unos 7.500 a unos 2.000 empleados como consecuencia de los despidos masivos y las dimisiones. Algunas oficinas de Twitter, como las que se ocupan de cuestiones de seguridad, violaciones de los derechos humanos y operaciones fraudulentas de influencia extranjera, se han reducido a unos pocos miembros o no tienen ningún empleado.
Según un antiguo empleado de Twitter, la nueva campaña es “otra muestra de que ahora hay agujeros aún más grandes que llenar. Todas las operaciones de influencia y los analistas de Twitter en China han dimitido”.
Debido al spam, el seguimiento de las manifestaciones se ha convertido en un reto, especialmente para los activistas locales que utilizan una red privada virtual (VPN) para evitar la vigilancia de las redes sociales nacionales por parte del gobierno chino.
Las protestas estallaron tras el trágico incendio de un edificio de apartamentos en Urumqi, la capital regional de Xinjiang. Los críticos culparon a los rigurosos procedimientos de cierre del gobierno chino de Covid-19, afirmando que causaron retrasos a los bomberos, lo que contribuyó a las muertes. Los manifestantes han pedido la dimisión de los dirigentes del Partido Comunista, incluido el presidente Xi Jinping.
Dado que las redes sociales chinas prohíben terminantemente el debate sobre protestas tan amplias, los activistas han tenido que recurrir a plataformas extranjeras como Twitter y Telegram para comunicarse.
En China, las principales redes sociales occidentales están restringidas, y la única forma de acceder a ellas es a través de una VPN, que además es difícil de encontrar en las tiendas de aplicaciones locales.
Los anuncios de prostitución basados en la localización en chino no son nada nuevo en Twitter, pero la frecuencia con la que han impedido las búsquedas en las ciudades chinas recientemente es única.
Como Twitter no está tan bien preparado para hacer frente a la amenaza, los spammers y otras cuentas falsas parecen ser un problema mayor de lo que eran antes.