Y quizás Transmeta habría podido seguir trabajando en su proyecto totalmente en paz, si no fuera porque uno de sus empleados se llama Linus Torvalds, el creador del sistema operativo Linux. Como es lógico, el interés de los medios por saber en qué trabaja Torvalds lleva inevitablemente a preguntarse a qué se dedica la empresa que le ha contratado.
Ya en noviembre de 1998 DiarioTi.com informaba sobre el tema (Desarrollan super-procesador secreto).
Se sabía entonces que Transmeta se encontraba abocada al desarrollo de un nuevo microprocesador de características sin precedentes, correspondientes a una línea totalmente nueva de pensamiento. Ahora, la publicación The Register hace resurgir la información, señalando que según la patente registrada por Transmeta en 1996, el chip sería capaz de ejecutar todos los sistemas operativos y programas, independientemente del procesador para el que hubieran sido escritos.
En la actualidad, los programas deben ser escritos para un sistema operativo y, a menudo, para un procesador determinado. Sun Microsystems ha solucionado en parte tal limitación con su lenguaje Java, que permite ejecutar los mismos programas en la mayoría de los sistemas operativos.
Las intenciones de Transmeta son superar la misma limitación, aunque desde una perspectiva diferente a nivel del microprocesador. En tal sentido, se informa que la compañía se encuentra desarrollando programas que emulan o traducen el código a un set completamente nuevo de instrucciones, que su chip está en condiciones de procesar.
El problema radicaría, supuestamente, en que tal función de emulación consume rendimiento, lo que afectaría la velocidad de ejecución del software. Sin embargo, la clave de Transmeta estaría en que el código fuente sería traducido a un set de instrucciones considerablemente menor, que esté en condiciones de ser ejecutado a gran velocidad por el procesador.
En su patente, inscrita en junio de 1996, Transmeta también señala que su chip será considerablemente más veloz que el procesador más rápido de ese entonces el Pentium Pro de Intel aunque usando sólo una cuarta parte de los transistores.
Finalmente, cabe señalar que se desconoce el momento en que el presunto superprocesador será presentado, ni menos aún a qué precio. Tampoco se conoce el papel que desempeña Linus Torvalds en el proceso.
