El concepto de innovación suele relacionarse directamente con el de tecnología, y claro, porque la tecnología es una de las principales impulsoras para que exista innovación en todas las áreas de la vida. Sin embargo, una pregunta que vale la pena hacer es ¿por qué innovamos? ¿qué nos motiva a buscarla constantemente?
No importa cuántas veces me hice estas preguntas en diferentes circunstancias, la respuesta siempre es la misma “para generar un impacto positivo en la sociedad”. Ya sea desde el punto de vista de la productividad, de la agilidad, de la toma de decisiones informadas y, sobre todo, cuando pensamos desde una mirada sustentable. Es en este último punto que me quiero detener.
La sustentabilidad es un motor crucial de la innovación. La promesa de reducir el impacto negativo en el mundo en el que vivimos nos motiva a estar constantemente mejorando, ser creativos y apoyarnos de la tecnología para innovar. Es a partir de esta premisa que se han revolucionado industrias y se han creado nuevos productos: desde autos eléctricos, hasta invenciones que aparecen como pequeñas en apariencia, pero cuyo impacto positivo para el medioambiente es incalculable.
Este compromiso con la sustentabilidad también se ve reflejado en los intereses de las personas: somos usuarios conscientes de nuestra huella de carbono, y buscamos soluciones que promuevan la sustentabilidad. Incluso, en el ámbito corporativo, esto también se replica e incluso se acentúa, las compañías tienen un compromiso expreso con el medioambiente, y buscan herramientas, recursos e iniciativas que acompañen estos objetivos.
Las empresas que nos dedicamos a la tecnología hacemos eco de la necesidad de impactar menos al medioambiente, y nos esforzamos porque la innovación nos acompañe en este camino. Un ejemplo concreto se encuentra por ejemplo en nuestros equipos de cómputo, en donde logramos contribuir a un mundo más sustentable a través del uso eficiente de la energía eléctrica que consumen nuestros equipos
Podemos decir entonces, que en un mundo cada vez más tecnológico, es fundamental que la mirada sustentable esté en cada paso, incluso desde el momento 0, en los procesos de fabricación de componentes, para aportar un consumo energético eficiente, generar una verdadera autonomía en los equipos móviles y un desempeño óptimo en los equipos de escritorio que sea amigable con el medioambiente.
La innovación constante es nuestro motor, y detrás de esa promesa también reside un compromiso hacia el mundo en el que vivimos: innovamos para hacer de nuestro planeta un lugar más amigable. Nos esforzamos por poner la tecnología al servicio de la sustentabilidad, logrando impacto positivo en nuestra sociedad, y contribuyendo a la reducción de la huella de carbono.
No es posible pensar en la innovación sin darle lugar a la tecnología como principal impulsor, y en la sustentabilidad como objetivo a alcanzar.
Por Mónica Casas, Regional Sales Leader Commercial SSA de AMD